Los empleados pueden desempeñar un papel importante en la educación y la divulgación sobre salud mental entre sus compañeros, además de las iniciativas del empleador. La promoción de la salud mental en el lugar de trabajo debe implementarse en todos los niveles y durante todo el año hasta que se integre en la cultura empresarial.

Incluir la salud mental en la orientación. Desde el primer día, los empleadores pueden sentar el precedente de que la salud mental es una prioridad. Pueden abordar la salud mental en la conversación sobre beneficios, su misión y visión, y la cultura laboral como parte de la orientación. Además, pueden proporcionar una guía de recursos de salud mental para el apoyo interno y comunitario de los nuevos empleados.

Marque en el calendario las principales campañas de concienciación y celébrelas. El Mes de la Salud Mental se celebra cada año en mayo. La Semana Nacional de Prevención del Suicidio se celebra en septiembre. La Semana de Concientización sobre las Enfermedades Mentales, el Día Mundial de la Salud Mental y el Día Nacional de la Detección de la Depresión se celebran en octubre. Siga en redes sociales o suscríbase a la lista de correo electrónico de una organización de salud mental como MHA para acceder a recursos gratuitos que puede distribuir a sus empleados durante las campañas de concientización.

Establecer un equipo de salud mental. El empleador debería considerar la creación de un equipo, grupo de trabajo, grupo de recursos para empleados o puesto remunerado para identificar y abordar las inquietudes sobre la cultura laboral y promover la concienciación, la educación y los recursos disponibles en materia de salud mental para los empleados. Se dice que la percepción de los empleados sobre su lugar de trabajo se ve fuertemente influenciada por su rango organizacional, siendo los empleados de nivel superior e intermedio los que tienen una visión más positiva de la cultura laboral. El equipo debería estar compuesto por miembros que aporten diferentes perspectivas sobre el entorno laboral, incluyendo, entre otros, supervisores, empleados junior, Recursos Humanos y la dirección ejecutiva. Las empresas más pequeñas podrían tener que designar a una persona para desempeñar esta función.

Entrene a los directores con regularidad. Los gerentes directos suelen ser quienes interactúan con mayor frecuencia con los empleados. Si estos gerentes promueven eficazmente la salud mental, los empleados se sentirán más cómodos compartiendo sus propias experiencias e inquietudes sobre salud mental. Esta capacitación debería animar a los gerentes a hablar adecuadamente sobre salud mental, evitar la discriminación contra las personas con problemas de salud mental y promover un buen equilibrio entre la vida laboral y personal para sus empleados.

Los altos directivos pueden modelar la comunicación abierta. Los mensajes sobre salud mental son más significativos cuando provienen de todos los niveles de la empresa, incluida la alta dirección. Anime a los altos ejecutivos o a otras personas en puestos de alta dirección a hablar abiertamente sobre sus propias experiencias personales con la salud mental o el consumo de sustancias. Los mensajes pueden compartirse durante campañas de concienciación o temporadas altas, con la dirección abordando directamente la ansiedad y el estrés en el lugar de trabajo.