Si eres un hombre o una mujer que regresa del servicio militar y además eres padre o madre, probablemente tenías una imagen mental de cómo sería tu regreso a casa. Puede que haya incluido a tu bebé pronunciando su primer "Papá" o "Mamá", a tu hijo pequeño corriendo hacia ti con los brazos abiertos, o a tu hijo mayor acurrucándose cerca y suplicándote que te cuente tus experiencias. Tales expectativas pueden llevar a la decepción. Porque lo que a veces ocurre es una primera muestra de felicidad por parte del niño seguida de un comportamiento malhumorado, retraído o incluso hostil.

Para entender por qué sucede esto, primero debes darte cuenta de que incluso unos pocos meses parecen una eternidad para un niño, y los niños se adaptan instintivamente a las nuevas situaciones. Se acostumbraron a tu ausencia. Ahora, necesitan tiempo para adaptarse a tu presencia de nuevo.

 

Las reacciones de su hijo dependen de su propia personalidad, pero hay varias cosas que todos los padres que regresan deben tener en cuenta:

  • Dile a tus hijos cuánto los extrañaste y lo feliz que estás de volver a verlos. Quizás parezca que deberían saberlo, pero necesitan escucharlo de usted.
  • Felicítalos por ayudarte mientras estabas ausente. Los niños no saben qué esperar de un padre que regresa. Por ejemplo, pueden temer ser castigados por seis meses de mal comportamiento. También pueden temer que los abandonen de nuevo. Tranquilícelos.
  • Recuerde que el cambio es tan estresante para los niños como para los adultos. Probablemente más porque tienen muy poca experiencia lidiando con ello. A veces se portan mal. Recuerda esto antes de castigar a tu hijo.
  • No esperes el mismo comportamiento. Ha crecido física, emocional y socialmente. No es el mismo niño que cuando te fuiste.
  • Intente evitar luchas de poder tanto con su cónyuge como con sus hijos. Tómatelo con calma mientras tú y ellos se reajustan a tu presencia.
  • Sea paciente. Este período de transición durará varias semanas y puede ser incómodo. Puedes aliviarlo repasando las tareas escolares, mirando fotos familiares o preguntando a tus hijos sobre sus actividades.
  • Permítales expresar sus sentimientos.No intentes forzar respuestas positivas. Los niños en edad preescolar pueden actuar con frialdad contigo. Actuar de forma agresiva o desinteresada es su forma de mostrar su dolor y enojo por tu partida. Este comportamiento, aunque inquietante, no suele durar mucho. Simplemente diles cuánto los extrañaste y cuánto anhelas escuchar sobre las cosas que hicieron durante tu ausencia.
  • Puedes utilizar las mismas estrategias con niños mayores. Muestra interés en sus tareas escolares y actividades sociales, y haz que se sientan parte de tu vida contándoles tus propias experiencias. Los niños mayores suelen comprender la guerra y el despliegue militar un poco mejor que los pequeños, pero eso no significa que no te hayan extrañado. Diles cuánto los extrañaste.

De especial importancia para los nuevos padres

Si estuviste fuera durante el nacimiento o el primer año de vida de tu bebé, volverás a casa con una familia completamente nueva. Ten en cuenta los cambios:

  • Es posible que sienta celos por la atención que se le brinda al bebé o culpa por estar ausente durante el embarazo y el parto. Acepte dos hechos: la separación era inevitable y las necesidades del bebé exigen atención. Asuma un rol activo en su cuidado lo antes posible.
  • Las necesidades del bebé son lo primero y son caras. Prepárese para un presupuesto mucho más ajustado.
  • Otros niños pueden sentirse perdidos con todos los cambios y necesitar ayuda para afrontarlos. Asegúrese de pasar tiempo de calidad con sus hijos mayores.

De especial importancia para los padres solteros

Además de la alegría y el estrés que sienten todos los padres al volver con sus hijos tras una larga ausencia, los padres solteros pueden sentirse especialmente ansiosos por el vínculo que se forma entre el niño y el cuidador temporal. ¿Cómo afectará esto su relación con ambos? Aquí tienes algunos consejos:

  • Comunicarse abierta y frecuentemente tanto con el cuidador como con el niño.
  • Involucre al cuidador en la transición. Obligar al niño a separarse repentinamente puede ser tan traumático como el momento en que se fue.
  • Pregunta cómo se hicieron las cosas mientras no estabasLe ayudará a planificar cómo facilitar el regreso de su hijo a sus reglas y horarios.
  • Pregúntele a su hijo cuáles son sus sentimientos respecto a la “nueva” relación y cómo debería ser la vida en casa. Los cambios de cuidadores y de vivienda pueden hacer que los niños sientan que no tienen control sobre sus vidas. Asegúreles que volverán a ser una familia.