Cuando pensamos en tratamientos de salud mental, frases como "establecer límites", "atención con perspectiva cultural", "autocuidado" e "individuación" son frecuentes. Sin embargo, estas intervenciones pueden ser muy diferentes al trabajar con personas del sur de Asia de diversos orígenes culturales y generacionales.

Enfoques occidentales y orientales de la terapia

Los enfoques occidentales de la terapia de salud mental suelen considerar al paciente como un individuo y no siempre consideran el contexto familiar y ambiental. Suelen centrarse en ayudar al paciente a identificar y resolver problemas personales, sin considerar cómo los factores personales y culturales influyen en la capacidad de abordar estos problemas y de cambiarlos. Para los sudasiáticos, en particular, el establecimiento de límites puede ser diferente desde una perspectiva colectivista. El autocuidado puede involucrar a toda la familia o comunidad, incluyendo vecinos, amigos, líderes religiosos y familiares.

Líneas generacionales

Los inmigrantes de primera generación probablemente tengan perspectivas diferentes sobre la salud mental y la terapia que sus contrapartes de segunda generación. Los primeros pueden creer que los segundos están "demasiado occidentalizados" si intentan mencionar la terapia. E incluso en terapia, los conceptos de enfermedad mental y angustia emocional pueden parecer y sonar diferentes. Muchos sudasiáticos a menudo experimentan e incluso reportan síntomas somáticos (por ejemplo, problemas digestivos, dolores corporales, dolores de cabeza, fatiga) que podrían indicar algún tipo de angustia emocional. Sin embargo, estos síntomas, especialmente en las mujeres, suelen ser pasados por alto por los profesionales de la salud.

Buscando terapia

Las ideas de vergüenza y rechazo también pueden influir en si se busca ayuda y cómo se busca. Las personas pueden recurrir primero a las comunidades locales, que podrían carecer de los conocimientos necesarios para apoyarlas y responder con comentarios o sugerencias que solo pueden agravar el problema. Puede ser difícil darse cuenta de que esto no es útil si uno no está dispuesto a contactar con un profesional de la salud mental o desconoce los recursos disponibles. La capacidad de expresarse en el idioma con el que se siente más cómodo y auténtico también puede ser un factor importante a la hora de decidir si se buscan servicios de salud mental o si se continúa con ellos.

Voces marginadas en las comunidades del sur de Asia

Estos problemas pueden agravarse aún más, ya que a menudo se silencian aún más las voces de las personas marginadas. Hoy en día, muchas comunidades del sur de Asia destacan una perspectiva patriarcal que silencia las voces de las mujeres, las personas queer y los niños, niñas y/o solteros. Los estereotipos también pueden influir en la capacidad de las personas para sentirse cómodas consigo mismas y expresarse de una manera inaceptable en sus comunidades. Por eso, comprender las necesidades particulares de la persona que tenemos delante, con su variada historia, influencias culturales y perspectivas, es vital para brindar atención de salud mental.

Enfoques sugeridos

Al trabajar con clientes del sur de Asia, tenga en cuenta las siguientes preguntas:

  • ¿Para qué acude mi cliente? ¿Qué espera obtener de la terapia? Tenga en cuenta que podría no tener un motivo claro ni un plazo definido. Para algunos, la oportunidad de desahogarse, expresarse y estar en comunidad con alguien que los escuche es el objetivo.
  • ¿Qué tipos de experiencias ha tenido este cliente en su país y/o familia de origen que influyen en quién es hoy y en lo que podría estar dispuesto a compartir?
  • ¿Cómo influye mi imagen (p. ej., mi aspecto, mi forma de hablar y de expresarme) en su percepción de mi capacidad para ayudarlos y comprenderlos? ¿Sienten que puedo comprender sus perspectivas?