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¿Qué Puedo Hacer Cuando Tengo Miedo?

A pesar de que desde hace ya unos meses estamos enfrentando la COVID-19, la mayoría de nosotros todavía no estamos acostumbrados a ella. Puede que no entiendas totalmente de qué se trata, o tal vez te resulte imposible asegurarte de que tú y tus seres queridos estarán a salvo. Es perfectamente normal estar un poco asustado ahora mismo, pero solo porque sea normal no significa que nos haga sentir bien.

¿Qué Es El Miedo?

El miedo es una de las emociones básicas que todo el mundo siente en un momento u otro. A menudo sentimos miedo cuando percibimos una amenaza, ya sea real o imaginaria. Puede ser una sensación muy incómoda e incluso puede hacer que te resulte difícil pensar en otra cosa.

Tal vez no lo parezca, pero el miedo puede ser algo bueno. Estar asustados es lo que nos hace actuar para protegernos.[1] Piénsalo: si no tuvieras miedo de contraer la COVID-19, probablemente no seguirías las reglas de lavarte las manos durante 20 segundos o de usar una máscara. Puede que no te guste sentir miedo, pero sirve para un propósito importante ahora mismo, así que no lo ignores.

El miedo se convierte en algo malo cuando no puedes dejar de pensar en lo que te asusta o si está interrumpiendo tus actividades diarias. Si estás en modo de pánico total, es importante tomar algunas medidas para ayudar a reducir tu nivel de miedo y adaptarte mejor a la situación que estamos enfrentando.

Cómo Enfrentar El Miedo

No puedes cambiar el hecho de que estamos viviendo en una pandemia o los efectos de la COVID-19, pero puedes controlar cuánto te afecta el miedo asociado. A veces lo más difícil de sentir miedo es que no sabes qué hacer para cambiarlo. Si te suena familiar, aquí hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarte:

Habla con un adulto de confianza. Si no sabes muy bien cómo manejar toda esta situación, conversa con un adulto sobre cómo te sientes. Puede ser un padre, un maestro, un entrenador o alguien en quien confíes. Ya sea porque no sabes bien qué es la COVID-19 y cómo mantenerte a salvo, o si te preocupa comenzar un nuevo año escolar de manera virtual o presencial, un adulto puede ayudarte a calmar tus temores y darte consejos para mantenerte saludable y tranquilo.

Limita el tiempo frente a la pantalla. Aunque es importante entender lo que está pasando en el mundo, actualmente hay un exceso de información. La cobertura constante de las noticias puede hacerte sentir más asustado respecto de la COVID-19, y las redes sociales pueden estar plagadas de información falsa y mencionar los peores escenarios. Deja de seguir o silencia las cuentas de redes sociales que constantemente te hagan sentir mal. Si ves una historia o una estadística que te preocupa, consulta con alguien que pueda ayudarte a hablar de ello.

Recuerda las formas de mantenerte a salvo. Aunque las cosas parezcan aterradoras en este momento, hay muchas maneras de mantenerse a salvo, ¡y probablemente ya estés haciendo la mayoría de ellas! Lavarse las manos regularmente, usar una máscara, practicar el distanciamiento social y evitar los grupos grandes son todas formas de reducir el riesgo de infección. Recuerda estas cosas e intenta pensar en más razones para no preocuparte.

Respira profundamente. Concentrarse en la respiración es una gran manera de relajarse y reducir algo de la ansiedad que puedes estar sintiendo. Cuando sientes grandes emociones, notarás que empiezas a respirar más rápido. Si trabajas para reducir la respiración, esto le indica a tu cerebro que es hora de calmarse. Intenta la respiración 4-7-8: inspira durante cuatro segundos, mantén la respiración durante siete segundos y exhala durante ocho segundos.

Sigue divirtiéndote. Es importante seguir participando en las actividades que disfrutas, aunque sean un poco diferentes ahora mismo. Tal vez puedas jugar con tu familia o tener una noche de cine virtual con algunos amigos. También podrías hacer una artesanía o un rompecabezas o empezar un nuevo libro. Deberías hacer estas cosas en forma regular, pero pueden ser especialmente útiles para distraerte si tienes un momento de miedo intenso.

Mantén comportamientos saludables. Mantener hábitos saludables es muy importante. Lavarse las manos es importante para frenar la propagación de la COVID-19, pero cosas como comer alimentos saludables, hacer algo de ejercicio, pasar tiempo al aire libre y dormir bien (9 a 12 horas si tienes entre 6 y 12 años, o de 8 a 10 horas si tienes entre 13 y 18 años) también afectan tu salud. Y si te enfermas, estos hábitos ayudarán a tu sistema inmunológico a estar listo para combatir esos gérmenes.

Sigue una rutina. Es normal tener miedo a la incertidumbre, y la COVID-19 ha añadido algo de incertidumbre a casi todos los aspectos de la vida. Puedes ayudar a reducir el impacto añadiendo algo de estructura a tus días. Establece horarios, intenta respetar tus comidas, hacer tus tareas escolares, mover tu cuerpo, e ir a dormir y despertarte a la misma hora cada día. Esto puede ayudar a que te sientas más en control y preparado para asumir los desafíos que estás enfrentando.

¿Dónde Puede Conseguir Más Ayuda?

Si todavía te sientes abrumado, no puedes enfrentar la situación y sientes que el miedo afecta tu día a día, es posible que estés experimentando los primeros signos de una problema de salud mental, como la depresión o la ansiedad.

Realiza la prueba de salud mental para jóvenes en MHAScreening.org para ver si puedes estar en riesgo.Una vez que obtengas los resultados, MHA te proporcionará más información y te ayudará a determinar los siguientes pasos.

FUENTES 

1. Sanderson, C. (13 de abril de 2020). Coping with fear and sadness during a pandemic. Hofstra University PhD Program in Clinical Psychology. http://psychrescue-covid19.com/