Regresar a la escuela después del verano suele traer algo de ansiedad y estrés, pero este año los estudiantes probablemente necesitarán mucho más apoyo, tranquilidad y consuelo antes de poder aprender. La mayoría de los niños están lidiando con algún nivel de trauma tras la incertidumbre de los últimos dos años escolares; el trauma puede ocurrir después de cualquier evento negativo que los haga sentir inseguros o asustados. Incluso las familias que no han enfrentado la pérdida de seres queridos, estrés financiero o problemas en el hogar han visto interrumpida su sensación de seguridad. Esto tiene un impacto especialmente fuerte en los niños, ya que sus cerebros aún están en desarrollo.
Puedes ayudar a los jóvenes a avanzar a pesar del trauma: utiliza tu aula para crear situaciones en las que tengan opciones, control y se sientan empoderados.
PRIORIZAR LA SEGURIDAD SOCIAL Y EMOCIONAL EN LAS ESCUELAS Y AULAS.
El trauma es muy duro para el cerebro; es probable que los estudiantes no se sientan como antes. La mente y el cuerpo necesitan sentirse seguros para revertir el impacto del trauma y volver a sentirse "normales". Los estudiantes no pueden aprender eficazmente sin satisfacer primero sus necesidades básicas. A menudo, los niños carecen de las habilidades de afrontamiento necesarias para afrontar el trauma por sí solos, por lo que crear este entorno seguro es crucial para su recuperación y, por consiguiente, para su comportamiento en el aula y su potencial de aprendizaje.
Maneras en que puedes hacer esto:
- Sea abierto acerca de sus propios sentimientos. Si tienes un mal día, pregúntales si alguna vez tienen días en los que parece que nada sale bien. Pídeles paciencia en tus días malos: les demuestras que cuando uno de nosotros está decaído, los demás pueden ayudar y facilitar las cosas. También puede animarlos a decirte con sinceridad si tienen un día difícil para que puedas estar preparado para apoyarlos.
- Modele la empatía y la escucha activa. Muchas veces, los niños solo necesitan sentirse escuchados y atendidos. No desestimes sus preocupaciones ni les digas que no se preocupen; toma en serio lo que te digan y agradéceles su sinceridad.
CONSTRUYA UNA COMUNIDAD DE AULA FUERTE.
Para los estudiantes que llegan con trauma y ansiedad, darles cierto control es una de las mejores maneras de ayudarlos a sentirse más tranquilos. Muchos niños han pasado por experiencias similares, pero se han sentido solos, especialmente debido al aislamiento que trajo consigo la COVID-19. Es importante ayudarlos a reconstruir sus vínculos sociales y apoyo; las relaciones entre pares son cruciales para el desarrollo social. Sentirse parte de un equipo en el aula hace que la escuela sea un ambiente mucho más positivo y los hace responsables ante alguien más allá de las figuras de autoridad.
Maneras en que puedes hacer esto:
- Creen juntos un contrato de aula. Establezcan expectativas, reglas y consecuencias en grupo. Hablen sobre cómo son los buenos estudiantes, buenos compañeros y buenos profesores; asegúrense de que sepan que sus voces son escuchadas y valoradas.
- Sea proactivo al abordar el acoso y el comportamiento irrespetuoso. Hazlo con amabilidad y compasión, pero es importante que los niños que puedan ser víctimas de acoso sepan que estarás de su lado. Parte de sentirse seguro en el aula es sentirse seguro en ese entorno en general, no solo con el profesor.
ENFOQUE EN EL REFUERZO POSITIVO ANTES DEL CASTIGO.
Muchos niños se sienten ignorados o que sus opiniones y deseos no importan, especialmente después o durante una experiencia traumática. Esto suele manifestarse en conductas de búsqueda de atención. Si reciben atención, incluso negativa, mediante actos violentos, es probable que continúen con esos comportamientos. El refuerzo positivo no solo es más compasivo, sino que también aumenta la confianza y la motivación, dos aspectos que se ven afectados negativamente por el trauma.
Maneras en que puedes hacer esto:
- Elogie el comportamiento apropiado en el aula. Destacar a los estudiantes modelo a seguir puede motivar e inspirar a otros estudiantes. Cambia la narrativa de "no hagas nada malo" a "veamos lo bien que puedes llegar a ser".
- CrBrindar oportunidades para que los estudiantes muestren sus fortalezas a los maestros, a sus compañeros y a ellos mismos. Si un estudiante termina una tarea independiente y no recibió más instrucciones, y se pone a dibujar en su escritorio sin interrumpir a nadie, no le digas que es hora de matemáticas; en cambio, elogia su transición tranquila y sus habilidades artísticas. Si necesitas reorientarlo, plantéalo de forma positiva: "¡No pensé que nadie terminaría tan rápido! Me gustaría que nos concentráramos en matemáticas durante este tiempo. ¿Podrías sacar tu cuaderno?".
TRABAJAR CON LA FAMILIA.
No se sabe mucho sobre la vida familiar de su hijo, especialmente al comienzo de un nuevo año. Invitar a su familia a formar parte del equipo puede ayudarle a comprender mejor y apoyar al estudiante ante cualquier desafío que pueda surgir a lo largo del año. Es útil estar al tanto de lo que han vivido las familias de sus hijos durante el último año y medio (si están dispuestos a compartirlo) y de los recursos disponibles en casa. Al convertirse en un recurso para los padres, es más probable que se involucren en la educación de su hijo, lo que beneficia tanto al estudiante como al profesor.
Maneras en que puedes hacer esto:
- Comuníquese de manera proactiva con comentarios positivos. La mayoría de las familias solo reciben noticias de la escuela cuando tienen información negativa, como que su hijo se metió en problemas o se lastimó. Compartir que su hijo ayudó especialmente a un estudiante necesitado o que les impresionó su informe de lectura demuestra que realmente se preocupan por su hijo.
- Proporcione a las familias su información de contacto. Define tus propios límites: quizás te parezca bien que tengan tu número de celular, o quizás prefieras que solo te envíen un correo electrónico. Diles cuándo, cómo y por qué pueden o deben contactarte.
AUMENTE SU COMPETENCIA EN TRAUMA.
La integración de estrategias en el aula basadas en el conocimiento sobre el trauma es beneficiosa para todos los estudiantes, y pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en el bienestar y el éxito de los estudiantes.
Maneras en que puedes hacer esto:
- Conozca su población estudiantil. Cada comunidad experimenta distintos tipos de trauma: conozca la demografía de su clase e infórmese sobre los problemas que pueden enfrentar los distintos estudiantes. Comprenda las diferencias culturales que se manifiestan al afrontar el trauma y los problemas de salud mental.
- Conéctese con organizaciones locales que realizan trabajo sobre el terreno. Hay cosas que no puede proporcionar directamente a sus estudiantes y familias, pero otras organizaciones sí, como recursos financieros o alimentos saludables a bajo costo. Conozca cómo estos problemas se relacionan con la salud mental de los jóvenes y el rendimiento estudiantil, y ayude a sus familias a encontrar soluciones.
RECURSO ADICIONAL PARA PROFESORES |
WE Teachers, en colaboración con MHA, ha desarrollado un módulo gratuito para brindar a los docentes materiales, recursos y actividades que ayuden a sus estudiantes a identificar y abordar el trauma. Aprenderán qué es el trauma y cómo se manifiesta en los estudiantes y/o en el aula, explorarán cómo identificar el trauma en un estudiante y descubrirán la importancia y los beneficios de desarrollar un aula con enfoque en el trauma.
Visita teacherhub.we.org/courses/we-teachers-introductory-module-trauma-informed-classroom para obtener más información. |