La violencia escolar y la intensa cobertura mediática resultante ponen los problemas de seguridad escolar en primer plano para todos. Sin embargo, los niños, en particular, pueden experimentar ansiedad, miedo y una sensación de riesgo personal. Saber cómo hablar con su hijo sobre temas de seguridad escolar puede ser fundamental para reconocer y prevenir actos de violencia, y desempeñará un papel importante para aliviar el miedo y la ansiedad sobre su seguridad personal.

Para orientar a los padres en las conversaciones sobre la violencia escolar, Mental Health America ofrece las siguientes sugerencias:

  • Anime a los niños a hablar de sus preocupaciones y expresar sus sentimientos. Algunos niños pueden dudar en iniciar este tipo de conversación, así que puedes animarlos preguntándoles si se sienten seguros en la escuela. Al hablar con niños más pequeños, recuerda hablar a su nivel. Por ejemplo, puede que no entiendan el término "violencia", pero pueden hablarte sobre su miedo o sobre un compañero que los trata mal.
  • Hable honestamente sobre sus propios sentimientos con respecto a la violencia escolar. Es importante que los niños reconozcan que no están afrontando sus miedos solos.
  • Validar los sentimientos del niño. No minimice las preocupaciones de su hijo. Hágale saber que la violencia escolar grave no es común, razón por la cual incidentes como los de Columbine y Conyers, Georgia, atraen tanta atención mediática. Recalque que las escuelas son lugares seguros. De hecho, estudios recientes han demostrado que las escuelas son más seguras que nunca.
  • Capacitar a los niños para que tomen medidas con respecto a la seguridad escolar. Anímelos a denunciar incidentes específicos (como acoso escolar, amenazas o conversaciones sobre suicidio) y a desarrollar habilidades para la resolución de problemas y conflictos. Anime a los niños mayores a participar activamente en programas antiviolencia dirigidos por estudiantes.
  • Hable sobre los procedimientos de seguridad implementados en la escuela de su hijo. Explíquele por qué las visitas se registran en la oficina del director o por qué ciertas puertas permanecen cerradas durante la jornada escolar. Ayude a su hijo a comprender que estas precauciones se implementan para garantizar su seguridad y enfatice la importancia de cumplir con las normas y políticas escolares.
  • Cree planes de seguridad con su hijo. Ayude a identificar con qué adultos (una secretaria amable, un maestro de confianza o un administrador accesible) puede hablar su hijo si se siente amenazado en la escuela. Asegúrese también de que sepa cómo contactarlo a usted (o a otro familiar o amigo) en caso de crisis durante la jornada escolar. Recuérdele que puede hablar con usted en cualquier momento que se sienta amenazado.
  • Reconozca el comportamiento que puede indicar que su hijo está preocupado por regresar a la escuela. Los niños más pequeños pueden reaccionar a la violencia escolar no queriendo asistir a la escuela ni participar en las actividades escolares. Los adolescentes pueden minimizar sus preocupaciones externamente, pero pueden volverse discutidores, retraídos o permitir que su rendimiento escolar disminuya.
  • Mantener el diálogo y hacer de la seguridad escolar un tema común en las conversaciones familiares, en lugar de una simple respuesta a una crisis inmediata. El diálogo abierto animará a los niños a compartir sus preocupaciones.
  • Busque ayuda cuando sea necesario. Si le preocupa la reacción de un niño o tiene inquietudes persistentes sobre su comportamiento o emociones, contacte a un profesional de salud mental en la escuela o en el centro de salud mental de su comunidad. La Asociación de Salud Mental de su localidad o el Centro de Información de la Asociación Nacional de Salud Mental pueden orientarle sobre los recursos disponibles en su comunidad.

 

Los siguientes comportamientos son señales de que un niño puede necesitar ayuda:

  • Falta de interés o bajo rendimiento escolar
  • Ausencia de habilidades de control de la ira apropiadas para la edad
  • Verse a sí mismo siempre como la víctima
  • Desprecio persistente por las reglas o negativa a seguirlas
  • Crueldad hacia las mascotas u otros animales
  • Obras de arte o escritos sombríos o violentos o que representen aislamiento o ira.
  • Hablar constantemente de armas o violencia.
  • Obsesión con juegos y/o programas de televisión violentos
  • Falta de entusiasmo, energía o motivación
  • Llevar un arma a la escuela
  • Reaccionar exageradamente a las críticas
  • Inquietud y agitación
  • Acoso escolar
  • Celos fuera de lugar o injustificados
  • Participación o interés en pandillas
  • Retirada de amigos y actividades