Aunque muchos permanecen en servicio, algunos reservistas o miembros de la Guardia Nacional han comenzado a regresar a sus puestos de trabajo previos al despliegue. Estos soldados pueden haber estado en servicio activo durante seis meses o más, por lo que la reincorporación al trabajo a veces puede ser una transición difícil tanto para el individuo como para el entorno laboral.
Consejos para miembros del servicio
Si usted es reservista o está en la Guardia Nacional, aquí le ofrecemos algunos consejos para facilitar su readaptación a su lugar de trabajo habitual:
- Contacte a su supervisor: Antes de regresar al trabajo, solicite una sesión informativa sobre la situación actual, incluyendo cuestiones como cómo se manejaron sus responsabilidades durante su ausencia, cambios de personal y nuevas políticas y proyectos.
- Facilite su regreso al trabajo: Concéntrese en comunicarse, ser paciente, anticipar y aceptar los cambios y utilizar este tiempo como una oportunidad para comenzar de nuevo.
- Evite “tomar el control”: Reconoce que tu ausencia puede haber obligado a tus compañeros a asumir algunas de tus responsabilidades, y podrían resentirse si sienten que has regresado para tomar el control o criticarlos. Apoya las decisiones tomadas y reincorpórate a tu puesto anterior con calma y comunicación abierta.
- Consulte con su oficial al mando: Es posible que tenga experiencia asesorando a otras personas con transiciones similares o que esté dispuesto a hablar con su empleador en su nombre para abordar cualquier inquietud o garantizar un entorno de apoyo para su reincorporación al trabajo. Además, contacte con un programa de asistencia para la transición. Muchas sucursales del servicio ofrecen programas de asistencia para la transición, aunque su alcance y calidad varían.
- Hablemos de ello: Al hablar con otras personas, en particular con otros reservistas que estén pasando por el mismo proceso, aliviará el estrés y se dará cuenta de que otras personas comparten sus sentimientos. Contacte a familiares, amigos o líderes religiosos de confianza. Si su empleador ofrece un programa de asistencia al empleado (PAE), aprovéchelo. Estos programas suelen ofrecer excelentes recursos para que la reincorporación al trabajo, así como al hogar y la familia, sea saludable.
- Cuida tu salud física: Descansar y hacer ejercicio lo suficiente, comer de forma saludable y evitar las drogas y el consumo excesivo de alcohol le ayudarán a manejar el estrés de forma más efectiva.
- Conozca sus derechos: Usted está protegido por la Ley Federal de Derechos de Empleo y Reempleo de los Servicios Uniformados (USERRA), que se aplica a todos los empleadores independientemente de su tamaño y protege a aquellos en las fuerzas de reserva del Ejército, la Infantería de Marina, la Armada, la Fuerza Aérea, la Guardia Costera, la Guardia Nacional y el Cuerpo Comisionado del Servicio de Salud Pública. Sus derechos incluyen lo siguiente:
- Si es un empleado permanente, debe ser reintegrado a un puesto comparable. (por ejemplo, antigüedad, salario y estatus similares), y si ya no puede realizar el trabajo, su empleador debe hacer esfuerzos razonables para ayudarlo a mejorar o actualizar sus habilidades.
- Desafortunadamente, los empleadores no tienen que seguir pagando el seguro de salud mientras usted está en servicio activo, aunque muchas empresas grandes lo hacen. Cuando regrese a trabajar y esté haciendo la transición desde TriCare o COBRA, asegúrese de que su cobertura de salud se restablezca rápidamente.
Si se siente abrumado por el regreso o no puede funcionar en el trabajo o en casa, busque ayuda profesional de un profesional de la salud mental. Hablar con otras personas sobre sus experiencias y lo que siente puede ayudar. No es señal de debilidad.
Consejos para empleadores
Si usted es supervisor o empleador de una persona que regresa del servicio activo, aquí hay algunos consejos que puede utilizar para facilitar su transición de regreso al lugar de trabajo.
- Crea un ambiente acogedor: Antes del regreso del empleado, reúnase con sus compañeros para hablar sobre cualquier inquietud que tengan sobre el impacto en sus responsabilidades, así como para promover la importancia de brindar apoyo mientras su compañero se readapta. Si corresponde, considere organizar un evento de bienvenida, como un desayuno o una pausa para disfrutar de un pastel.
- Actualizar al empleado: Tan pronto como sea posible, reúnase con el empleado para actualizarlo sobre el estado de la carga de trabajo, los cambios de políticas y personal y cualquier otro cambio que haya ocurrido durante la ausencia.
- Dale tiempo al empleado para que se reajuste: Tenga en cuenta que algunas personas podrían necesitar un poco de tiempo para volver a la normalidad. Anímelas a pedir la orientación o el apoyo que necesiten.
- Apoyar al empleado si la transición resulta difícil: Si un empleado tiene dificultades significativas para readaptarse al entorno laboral, puede observar y analizar los cambios y expectativas en su desempeño laboral, así como escuchar sus reacciones e inquietudes. Si cree que existen problemas personales, como ansiedad o depresión, relacionados con la reincorporación al trabajo, no diagnostique un posible problema de salud mental; derríbelo. Sugiera al empleado que consulte con el Programa de Asistencia al Empleado (PAE) de su organización o con un profesional de la salud mental. Recordarle los beneficios que ofrece su organización en este momento también puede ser útil.