Lenguaje y recuperación centrados en la persona o centrados en la persona
Cuando te dicen por primera vez que tienes un diagnóstico de salud mental, es difícil entender todo lo que significa. ¿Qué significa que te diagnostiquen depresión? ¿Me mejoraré? ¿Cómo es el tratamiento? ¿Tiene cura o la enfermedad mental es una batalla de por vida? ¿Significa esto que estoy "loco"?
Este proceso se dificulta aún más por la forma en que las enfermedades mentales se presentan a menudo en los medios de comunicación, la percepción social y, posteriormente, el trato que reciben las personas con enfermedades mentales en su vida cotidiana. En la comunidad de salud mental, una historia de discriminación y desempoderamiento llevó a muchos a buscar una manera de que las personas recuperen su identidad y su rol en su propio proceso terapéutico. Situar a la persona en el centro y por encima de todos los demás aspectos del proceso de tratamiento es la base del Modelo de Recuperación.
El uso del lenguaje es fundamental para garantizar un enfoque orientado a la recuperación y centrado en la persona. Es importante que las personas sean vistas primero como personas y no como su condición de salud mental. Las personas no son esquizofrénicas, bipolares ni limítrofes. No son casos ni enfermedades que deban tratarse. Más allá de la simple insensibilidad, el siguiente es un ejemplo del daño que supone adoptar un enfoque centrado en la enfermedad. Cuando se ve a las personas solo como esquizofrénicas, a menudo resulta demasiado fácil centrarse únicamente en reducir los síntomas de la psicosis. El problema es que la recuperación implica mucho más que simplemente eliminar las voces negativas u otros síntomas. La recuperación implica aumentar la capacidad de la persona para realizar los cambios que desea en su vida: el poder de mejorar, identificar sus metas, desarrollar la capacidad de alcanzarlas y brindar el apoyo necesario para alcanzarlas. Significa centrarse en las fortalezas de la persona y en las decisiones que desea para su vida, no solo en sus síntomas.
Es importante evaluar cómo usamos el lenguaje y cómo este refuerza los prejuicios negativos o promueve el empoderamiento y las fortalezas. Es útil recordar que las personas a menudo se identifican mediante roles donde encuentran significado. Los roles basados en fortalezas nos ayudan a sentirnos mejor y promueven la recuperación: "Soy padre, hermana, electricista, amigo". El lenguaje negativo refuerza la discriminación y el aislamiento en la sociedad. Es hiriente y perjudicial para el proceso de recuperación que te llamen loco, esquizofrénico, chiflado...
En el ámbito de la salud mental, las personas pueden identificarse como clientes, consumidores, pares, sobrevivientes o personas en recuperación. Al adoptar un enfoque centrado en la persona, se debe identificar a las personas por el lenguaje o el título con el que se sientan más cómodas. En caso de duda, llame a alguien por su nombre y pregúntele cómo prefiere que se dirija a él.
