Una de las primeras lecciones que aprenden los cónyuges de militares durante una larga separación es que volver a casa y volver a ser la mitad de la pareja requiere tiempo para acostumbrarse. Ya sea por teléfono, videollamadas o cartas, probablemente lograron mantener la cercanía, pero ahora que han vuelto a vivir juntos, quizás sea necesario perfeccionar la relación para que vuelva a funcionar con normalidad.
Aquí hay algunos consejos sobre cómo reconectarse:
- Es de esperar que al principio todo resulte un poco incómodo. Es completamente normal. Hace tiempo que no pasan tiempo juntos, así que tienen que retomar la rutina de estar juntos. La incomodidad puede ser parte de la diversión del reencuentro. ¿Recuerdan su primer beso como pareja? Probablemente fue un poco incómodo, pero emocionante.
- No apresures las cosas Tómense un tiempo para reencontrarse. Para evitar decepciones, hagan de la intimidad, no del sexo, el centro de su reencuentro. El sexo puede reanudarse de inmediato, pero la intimidad tarda más en restablecerse. Reserven tiempo para hacer algo divertido juntos donde puedan dejar las responsabilidades de lado por una o dos horas y disfrutar de la compañía mutua.
- Sea sensible a las necesidades de su cónyuge. Reconoce las diferencias entre hombres y mujeres. Los hombres tienden a centrarse en la relación física, mientras que las mujeres pueden concentrarse más en la comunicación verbal y el afecto.
- Comunicar. Habla con tu pareja sobre tus experiencias en la guerra y cómo te sientes. Esto te ayudará a aliviar el estrés, tanto tuyo como de tu pareja.
- Evite las luchas de poder. Es muy importante reconocer las muchas responsabilidades que tu cónyuge tuvo que asumir durante tu ausencia. Tómate el tiempo para retomar la rutina o crea una nueva. Ten claro quién es responsable de qué. Esto abarca todo, desde las responsabilidades parentales hasta pagar las cuentas a tiempo.
- Haz un examen de conciencia para ver si has traído a casa algún “equipaje extra” (como cambios de humor o nuevos malos hábitos) del campo de batalla. Anima a tu pareja a hacer lo mismo de forma constructiva. Al hablar de estos temas, pídele que se centre en comportamientos y sentimientos (por ejemplo, "Cuando eres brusco conmigo, siento que he hecho algo que te ha molestado" es mucho mejor que "Últimamente tienes mal carácter"). Intenta no reaccionar negativamente si comparte algunas observaciones sobre tu comportamiento. En cambio, piensa en por qué podrías estar actuando o sintiéndote de cierta manera y haz lo que sea necesario para resolver los problemas antes de que afecten negativamente a tu relación.
- Aproveche al máximo la oportunidad de regresar a casa. Esta es su oportunidad de abordar aspectos de su relación que antes no les gustaban a usted o a su cónyuge, como un nuevo comienzo o de construir sobre la intimidad que siempre han compartido.
- Si la relación se vuelve tensa, busque una “segunda opinión”. Todas las parejas pueden beneficiarse de la observación objetiva de la otra parte. Tienen muchas opciones: su líder religioso, un capellán de servicio, un consejero familiar o un profesional de la salud mental. Mantengan su relación fuerte buscando la ayuda que necesitan.