Período prenatal hasta la primera infancia
Atender la salud mental comienza antes del nacimiento. Durante el período prenatal y los primeros años de vida, el cerebro y el cuerpo del niño se desarrollan rápidamente, lo que lo hace particularmente vulnerable a las influencias externas. El cerebro infantil desarrolla habilidades como el lenguaje y la motricidad con la retroalimentación de fuentes externas, y es más vulnerable a las sustancias que el cerebro de niños mayores y adultos. Si bien los cambios desde la concepción hasta la primera infancia son evidentes desde el exterior, la investigación sobre el desarrollo cerebral continúa demostrando por qué este período es tan importante para la arquitectura cerebral posterior y el funcionamiento futuro.
Como se mencionó anteriormente, la infancia y la primera infancia son una etapa especialmente importante para el desarrollo cerebral. Además de los factores ambientales que afectan el desarrollo cerebral que se describen a continuación, los científicos también han considerado desde hace tiempo la importancia de observar el cerebro en desarrollo de los bebés para detectar indicios de discapacidades del desarrollo, como el trastorno del espectro autista (TEA).[i],[ii],[iii] En concreto, estos científicos han considerado que el TEA podría estar relacionado con procesos que resultan en un florecimiento excesivo o niveles anormalmente altos de crecimiento cerebral en los primeros años de vida.
Salud
- Consumo de sustancias durante el embarazo: El consumo de alcohol, tabaco y drogas recreativas durante el embarazo puede tener un impacto grave y duradero en el bebé. Las sustancias son especialmente dañinas en esta etapa, ya que la barrera celular que los adultos tienen para proteger el cerebro de las sustancias químicas aún no existe. El consumo y abuso de sustancias también puede provocar un parto prematuro o un peso muy bajo o bajo al nacer. Un peso muy bajo al nacer (menos de 1.3 kg) se asocia con un riesgo hasta 4.5 veces mayor de problemas psiquiátricos, mientras que un peso bajo al nacer (menos de 2.2 kg) aumenta el riesgo de problemas psiquiátricos en la edad adulta en 2.5 veces.[iv] El alcohol tiene los efectos más dañinos de todas las sustancias durante el embarazo y está fuertemente vinculado con un retraso en el desarrollo, una reducción del control emocional, problemas de atención e hiperactividad.[v] El consumo de tabaco también se ha relacionado con alteraciones en el desarrollo cognitivo, emocional y conductual.[vi] Otras drogas recreativas, como la cocaína y las metanfetaminas, parecen tener un efecto más retardado, con un ligero impacto en la infancia, pero con dificultades en el estado de ánimo, la atención y la hiperactividad durante la adolescencia. Dada la sensibilidad del cerebro prenatal e infantil, incluso medicamentos como el acetaminofén (Tylenol) se han vinculado recientemente con un aumento en las tasas de autismo, déficit de atención y problemas en el desarrollo psicomotor, cognitivo y emocional.[vii],[viii],[ix] Esta nueva investigación es especialmente preocupante, ya que el acetaminofén suele ser el analgésico recomendado para embarazadas. Sin duda, se necesitan más investigaciones para explorar estas conexiones.[incógnita] Hasta que se sepa más, es importante que las familias estén informadas sobre los riesgos de tomar sustancias durante el embarazo y los primeros años de vida.
- Salud materna: Algunos problemas de salud comunes durante el embarazo se han relacionado con la salud mental futura del niño. Por ejemplo, estudios sugieren que el riesgo de desarrollar esquizofrenia es tres veces mayor en niños cuyas madres tuvieron gripe durante el embarazo.[xi] Otros estudios muestran que los niños nacidos de madres con deficiencia de hierro tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar esquizofrenia.[xii] En términos de salud mental materna, los altos niveles de estrés, ansiedad y depresión durante el embarazo se han relacionado con el parto prematuro y el bajo peso al nacer.[xiii] En múltiples estudios de gran escala, se ha asociado el trauma materno con tasas más elevadas de trastornos psiquiátricos en el niño, y su efecto en realidad puede estar subestimado debido a la dependencia de los registros hospitalarios de trastornos.[xiv]
- Exposición tóxica: La exposición al mercurio, al plomo, al manganeso y a los organofosforados, entre otras sustancias químicas, es peligrosa desde las primeras etapas del embarazo hasta la primera infancia.[xv] La exposición puede ocurrir a través del agua, los alimentos o materiales sintéticos como la pintura o la gasolina. Si bien todas las exposiciones tóxicas pueden afectar el desarrollo futuro, el mercurio puede ser particularmente peligroso, ya que puede dejar el cerebro más expuesto a toxinas adicionales.[xvi] La exposición al plomo también se ha vinculado repetidamente con la alteración de la formación cerebral, lo que da lugar a dificultades de aprendizaje, de comportamiento y de atención.[xvii] En un informe de 2006, el Consejo Científico Nacional sobre el Desarrollo del Niño estimó que el costo de los deterioros cognitivos causados sólo por el plomo es cercano a 1.430 millones de dólares cada año.[xviii]
Seguridad y protección
- Exposición a la violencia de pareja: La violencia de pareja (VPI), también conocida como violencia doméstica, incluye el abuso físico, sexual, emocional, verbal y psicológico. Si bien puede ser difícil encontrar datos fiables sobre su prevalencia, algunas investigaciones muestran que las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir violencia de pareja desde un año antes del embarazo hasta un año después del parto.[xix] La exposición a la violencia de pareja durante el embarazo se asocia con más del doble de riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer, ambos asociados con aumentos en los trastornos de atención, comportamiento y psicológicos en los niños.[xx] Para la madre, la exposición a la violencia de pareja se ha asociado con una mayor probabilidad de sufrir traumatismo abdominal, problemas de salud, trastornos del estado de ánimo y de ansiedad y síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT), todos los cuales pueden estar relacionados con el impacto de la violencia de pareja en un niño en desarrollo.[xxi]
Recursos
- Cuidado de la salud: Si bien la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) ha ampliado el acceso al seguro médico y ha exigido la cobertura de la atención de maternidad y neonatal, existe poca información sobre el porcentaje de mujeres embarazadas que reciben atención inconsistente o inadecuada. Las madres sin seguro médico que no califican para Medicaid no pueden inscribirse fuera del período de inscripción abierta de una aseguradora, ya que el embarazo no se considera un evento vital calificado.[xxii] Esto es peligroso para las mujeres y sus hijos, especialmente para las que viven en estados que no han ampliado Medicaid. La mitad de los embarazos no son planeados, lo que significa que algunas mujeres que se embarazan podrían no descubrir que no tienen la cobertura adecuada hasta que sea demasiado tarde.[xxiii] Las estadísticas muestran que las madres que no reciben atención médica durante el embarazo tienen tres veces la tasa de bajo peso al nacer y cinco veces la tasa de mortalidad infantil que las madres que recibieron atención durante el embarazo.[xxiv] La mortalidad materna también es cinco veces mayor entre quienes no reciben atención.[xxv]
- Alojamiento: Las mujeres jóvenes sin hogar tienen casi cinco veces más probabilidades que sus pares de quedar embarazadas.[xxvi] Las madres sin hogar durante el embarazo, a cualquier edad, tienen menos probabilidades de recibir atención médica. Además, sabemos que quienes viven en situación de calle presentan mayores tasas de exposición a la violencia y al abuso de sustancias, ambos vinculados a trastornos del desarrollo.[xxvii] Los niños nacidos de madres sin hogar tienen tres veces más probabilidades de nacer prematuramente y tienen una mayor probabilidad de tener bajo peso al nacer.[xxviii]
- Acceso a los alimentos: El acceso a la alimentación durante el embarazo y los primeros años de vida es crucial para el desarrollo infantil. Múltiples estudios transculturales han demostrado que los niños nacidos de madres desnutridas presentan una probabilidad significativamente mayor de desarrollar depresión, manía y esquizofrenia.[xxix] Es importante centrarse no sólo en si hay alimentos disponibles, sino también en qué tipo de alimentos están disponibles, ya que garantizar una nutrición adecuada, no sólo la ingesta calórica, es importante durante el embarazo y los primeros años de vida.[xxx] En algunos entornos, como los “desiertos alimentarios” urbanos, es más difícil acceder a alimentos nutritivos y se promueve el consumo de alimentos con mayor contenido calórico y menos nutritivos, lo que pone en riesgo a las madres que viven en estos entornos.[xxxi]
Relaciones
- Crianza: La crianza o el cuidado cariñoso durante la infancia y los primeros años de vida son esenciales para un desarrollo físico, psicológico y social saludable. Esto incluye ser sensible a las necesidades del bebé, usar elogios o recompensas por el comportamiento positivo, aplicar consecuencias negativas apropiadas y consistentes ante el comportamiento indeseado y pasar tiempo positivo con los niños realizando actividades como jugar o leer.[xxxii] La crianza responsable se ve afectada en parte por los recursos socioeconómicos de los padres: ¿la nueva familia cuenta con el apoyo de relaciones positivas o se encuentra bajo mucho estrés?[xxxiii] Los desafíos relacionados con la crianza durante la infancia y la primera infancia pueden afectar el desarrollo de importantes vías neuronales y la arquitectura cerebral. Cada vez más investigaciones demuestran que esta alteración puede aumentar la probabilidad de futuros problemas de salud mental.[xxxiv]
Intervenciones
Las intervenciones que garantizan que las nuevas familias tengan acceso a la atención médica, la alimentación, la vivienda y el apoyo social necesarios son esenciales para la salud infantil y una crianza cariñosa. Además, los programas de intervención en el hogar han demostrado ser útiles para abordar dificultades a corto plazo y riesgos para la salud mental a largo plazo. Si bien los formatos y el contenido varían, estos programas trabajan con mujeres embarazadas y madres primerizas durante la primera infancia para brindar educación sobre el desarrollo infantil y las interacciones positivas entre padres e hijos, servir como apoyo social y ampliar el acceso a servicios sociales y de salud. Por ejemplo, las mujeres que se inscribieron en Healthy Families New York antes de los 31 años...calle En la semana siguiente al embarazo se observó una reducción de 48% en los partos con bajo peso al nacer.[xxxv] Healthy Families New York ofrece servicios domiciliarios a padres nuevos y futuros y ofrece participación hasta que el niño alcance la edad escolar.[xxxvi] Otro programa, llamado Nurse Family Partnerships, se centra en madres primerizas y ofrece visitas domiciliarias de enfermeras. Nurse Family Partnerships se fundó para mejorar la atención materna, reducir las tasas de comportamiento antisocial infantil y disminuir el consumo de tabaco materno. Un estudio sobre Nurse Family Partnerships mostró una disminución en los niveles promedio de nicotina de 250 ng/ml al inicio del estudio a 12,32 ng/ml después de la intervención.[xxxvii] El programa "Años Increíbles" también ofrece visitas domiciliarias a padres de bebés, niños pequeños, niños en edad preescolar y niños en edad escolar. Tras la participación familiar en el programa "Años Increíbles", dos tercios de los niños diagnosticados con trastorno negativista desafiante y TDAH dejaron de cumplir los criterios para dichos diagnósticos en los seguimientos de 3 y 10 años, con un tamaño del efecto considerable en comparación con los grupos de control.[xxxviii] Un metanálisis que utilizó 60 programas de visitas domiciliarias determinó que, incluso con la dificultad de evaluar los diferentes programas como grupo, las familias que participaron en programas de visitas domiciliarias generalmente tuvieron mejores resultados que las que no lo hicieron.[xxxix] En general, las madres tenían mayor probabilidad de continuar sus estudios, y los niños se desempeñaban mejor en tres de cinco áreas del funcionamiento cognitivo y socioemocional. Otro metaanálisis de 25 programas indicó que los beneficios promedio superaban los costos de los programas.[SG] Los programas de visitas domiciliarias son una forma rentable de promover el desarrollo saludable y abordar muchos de los factores de riesgo de los trastornos de salud mental en un entorno cómodo para toda la familia.
Prevención e intervención temprana en salud mental
Referencias
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[xii] Kirsten Weir. Los orígenes de las enfermedades mentales. Asociación Americana de Psicología, febrero de 2012, vol. 43, n.º 2, pág. 36. http://www.apa.org/monitor/2012/02/mental-illness.aspx
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[xv] Consejo Científico Nacional sobre el Niño en Desarrollo, La exposición temprana a sustancias tóxicas daña la arquitectura cerebral, primavera de 2006, https://developingchild.harvard.edu/resources/early-exosure-to-toxic-substances-damages-brain-arch…
[xvi] Consejo Científico Nacional sobre el Niño en Desarrollo, La exposición temprana a sustancias tóxicas daña la arquitectura cerebral, primavera de 2006, http://developingchild.harvard.edu/wp-content/uploads/2015/05/Early_Exposure_Toxic_Substances_Brain….
[xvii] Consejo Científico Nacional sobre el Niño en Desarrollo, La exposición temprana a sustancias tóxicas daña la arquitectura cerebral, primavera de 2006, http://developingchild.harvard.edu/wp-content/uploads/2015/05/Early_Exposure_Toxic_Substances_Brain….
[xviii] Consejo Científico Nacional sobre el Niño en Desarrollo, La exposición temprana a sustancias tóxicas daña la arquitectura cerebral, primavera de 2006, http://developingchild.harvard.edu/wp-content/uploads/2015/05/Early_Exposure_Toxic_Substances_Brain….
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