En medio de la pandemia, a los 16 años, me encontraba constantemente cerca de mi teléfono. La humanidad ya estaba en un estado de aislamiento social, y recurrí a las redes sociales como medio de conexión. La adicción a la tecnología es algo que afecta a todas las generaciones a nivel mundial. Sabiéndolo, decidí eliminar las redes sociales durante 60 días para experimentar la vida sin algo tan común en mi generación.

Durante la limpieza, hubo momentos cruciales en los que me di cuenta de que mi obsesión por las redes sociales no era individual, sino universal. Varias de esas revelaciones ocurrieron en mi entorno escolar, donde pude presenciar lo absorbidos que estaban mis compañeros por ellas. No me miraban a los ojos, solo hablaban de temas que se publicaban en redes sociales, no sabían cómo interactuar entre ellos cuando no tenían un dispositivo, y los momentos de silencio incómodo se rompían recurriendo a la pantalla en busca de consuelo. Pensé: "¿Qué está pasando?". Un entorno que se supone que debe ser colaborativo, comunicativo e inspirador se estaba viendo limitado debido a la atención fragmentada que causaban las redes sociales.

Como estudiantes, nuestro éxito no solo se ve influenciado por la excelencia académica, sino también por diversos factores conductuales y sociales que nos ayudan a alcanzar nuestro potencial. Sin embargo, la interrupción constante del uso de las redes sociales en el entorno escolar puede afectar negativamente el rendimiento estudiantil si no se utilizan responsablemente. Algunos de los componentes clave para el éxito educativo se pueden ilustrar mediante la Jerarquía de Necesidades de Maslow.

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La Jerarquía de Necesidades de Maslow es un modelo psicológico clásico de la motivación humana. Se predice que si una persona alcanza todas las etapas de la jerarquía, alcanzará su máximo potencial.

El algoritmo de las redes sociales se puede evaluar a través de la lente de la jerarquía de Maslow. Si las redes sociales tienen el poder de satisfacer nuestras necesidades y deseos como humanos, tienen el potencial de anular lo que significa realmente conectarnos unos con otros y actuar como una distracción en la escuela.

Necesidades fisiológicas: comida, agua, descanso: Normalmente, cuando tenemos hambre, la principal prioridad del cerebro es encontrar comida. Nuestra mente está entonces en constante alerta buscando comida. En el mundo digital, cuando tenemos hambre, recurrimos a las redes sociales para alimentarnos. Podemos estar constantemente alerta a señales visuales o auditivas que aumentan nuestra probabilidad de usar las redes sociales, como el zumbido del teléfono o cuando el teléfono se ilumina debido a las notificaciones.

Necesidades de seguridad: seguridad, refugio, protección: Desde un punto de vista evolutivo, los humanos estamos preparados para sentirnos parte de un grupo. Prehistóricamente, si alguien era excluido del grupo, era más vulnerable y corría mayor riesgo de supervivencia. Las redes sociales nos hacen sentir seguros de diversas maneras, ya sea a través de una comunidad específica, chats grupales en línea o diversos comentarios.

Necesidades de pertenencia y amor: relaciones íntimas y amigos: Al entrar en la adolescencia, los niños prácticamente abandonan el nido y anhelan encontrar personas que les ayuden a afrontar los desafíos de la adolescencia. Pueden recurrir a las redes sociales para conectar con personas de su edad.

Necesidades de autoestima: sensación de logro y prestigio: Cuando estamos inundados de “me gusta”, comentarios y seguidores, sentimos una gran sensación de productividad.

Autorrealización y realización del propio potencial: La autorrealización puede ocurrir cuando recibimos la cantidad esperada de me gusta, comentarios, notificaciones o seguidores que habíamos imaginado para nosotros mismos.

Para crear un ambiente escolar que fomente la creatividad, la convivencia y el pensamiento crítico, debemos aprender a usar las redes sociales de forma intencional y responsable para alcanzar nuestras metas académicas y aprovechar al máximo el año escolar 2023-2024. Para obtener más consejos para usted, sus cuidadores o las escuelas, explore el sitio web de Mental Health America. Selfies, redes sociales y pantallas: cómo navegar en espacios virtuales para jóvenes kit de herramientas.

Keegan Lee es miembro de la MHA 2023-2024 Consejo de Jóvenes Líderes, autor de “60 días de desconexión” es miembro activo del Movimiento Log Off y de la Alianza de Jóvenes, y estudia psicología y neurociencia en la Universidad de Carolina del Norte.