Cuando los empleadores ofrecen beneficios que apoyan la salud mental, los empleados son más felices, productivos y leales. Pueden atraer y retener empleados y, en última instancia, mejorar las operaciones generales. Sin embargo, la mayoría de los trabajadores se ven obligados a lidiar con un empleador poco comprensivo. En muchos lugares de trabajo, la salud mental sigue estando altamente estigmatizada, se le resta prioridad o se ignora abiertamente por parte de los empleadores.

Si trabaja y gestiona adecuadamente un problema de salud mental o de consumo de sustancias, es totalmente su decisión revelarlo o no. Sin embargo, probablemente deba hacerlo si necesita solicitar adaptaciones en el lugar de trabajo. Si decide revelar esta información a su supervisor u otro compañero, prepárese para diversas reacciones, desde la aceptación y el apoyo hasta la confusión y el miedo, y, lamentablemente, el rechazo y la discriminación directa.

¿Qué puede hacer usted personalmente para protegerse cuando un empleador no le brinda apoyo?

Conozca sus derechos legales como empleado.

Como empleado, tiene ciertos derechos relacionados con las afecciones de salud mental, incluyendo el derecho a la privacidad, adaptaciones razonables, condiciones de trabajo seguras y una experiencia laboral libre de acoso y discriminación. Cuanta más información tenga, mejor podrá defenderse en caso de incidente.

Sepa cómo solicitar adaptaciones si es necesario.

Antes de revelar su condición de salud mental a su empleador, familiarícese con todos los procesos relacionados, incluyendo la divulgación y la privacidad, los contactos apropiados, cómo solicitar adaptaciones y cómo acceder a beneficios o programas específicos de salud mental. Sea específico sobre el tipo de apoyo que necesita. Por ejemplo, ¿mejoraría su estado de ánimo, concentración y rendimiento si le dieran un descanso de 10 minutos cada dos horas para ejercicios de respiración? Si bien no es su responsabilidad, cualquier incomodidad que su empleador sienta al hablar sobre salud mental puede ayudar a aliviar su incertidumbre si solicita lo que necesita de manera directa y profesional.

Sé un defensor, promotor o aliado del bienestar.

Incluso si no forma parte de uno de cada cinco trabajadores que viven con una enfermedad mental, todos merecen y se benefician de un entorno laboral mentalmente saludable y psicológicamente seguro. Puede contribuir a una cultura laboral abierta a hablar sobre salud mental iniciando el diálogo, creando conciencia, organizando eventos de bienestar, organizando grupos de recursos para empleados o presentando argumentos de negocio a la dirección sobre por qué abordar la salud mental de los trabajadores es crucial para el éxito empresarial.

Considere buscar otras oportunidades de empleo o puestos en equipos.

Si ha agotado todas las opciones para solicitar apoyo a su empleador, quizás sea el momento de considerar un cambio en su equipo o departamento (principalmente si su supervisor no le apoya) o buscar otras oportunidades laborales. Establezca límites personales y cúmplalos; establecer límites puede ayudarle a determinar cuándo es el momento de dar un paso al frente. Afortunadamente, cada vez más empleadores comprenden mejor la importancia de la salud mental de los trabajadores, lo que significa que podría encontrar mejores oportunidades y más apoyo en otros lugares. Todas las personas merecen una cultura y un entorno laboral respetuosos y de apoyo que contribuyan al desarrollo de la organización, la plantilla y el individuo.