Tecnología y salud mental: una relación compleja

Perspectivas del informe 2025 de Mental Health America

4 people stand next to each other looking at smartphones

La tecnología es esencial y complicada

La tecnología ahora define cómo trabajamos, aprendemos, nos conectamos y accedemos a la atención médica. Ofrece un gran potencial para el crecimiento y el bienestar, pero también plantea nuevos desafíos relacionados con nuestra cognición, nuestras emociones y nuestra forma de afrontar la angustia. Este informe va más allá de las simples soluciones de "tiempo frente a la pantalla" y explora los efectos combinados de la tecnología: puede conectar o aislar, empoderar o abrumar, abrir puertas o excluir.

Si bien el uso de las redes sociales se ha señalado como una preocupación, especialmente por su impacto en la salud mental de los jóvenes, la tecnología en general afecta la cantidad de energía mental y emocional que tenemos, incluso cuando nos ayuda a aprender, mejorar en la escuela o sentirnos productivos en el trabajo.

Mental Health America encuestó a 2600 personas para reflexionar sobre su uso de tecnología no relacionada con las redes sociales. Los hallazgos del informe nos ayudan a comprender nuestra relación personal y familiar con la tecnología, y a establecer un marco para que sistemas como los gobiernos y las escuelas fomenten un enfoque centrado en la persona sobre cómo usamos, interactuamos y limitamos nuestro uso de la tecnología.

Principales conclusiones de más de 2.600 encuestados

1. El uso de tecnología es alto, incluso cuando no es necesaria

  • El 95% de personas tiene acceso regular; el 88% lo utiliza para tareas esenciales.
  • Más del 75% de las personas encuestadas dijeron que se sienten muy dependientes de la tecnología.
  • 44% denuncia que “no hacen nada para minimizar el impacto negativo de la tecnología”
  • Los jóvenes tienen una probabilidad especialmente alta de depender de la tecnología y una probabilidad menor de limitar su uso.
  • El 81% de las personas de entre 18 y 24 años compartieron que dependen de la tecnología, especialmente para el entretenimiento.

Bar chart showing who feels reliant and technology and who doesn't by age group, with younger ages being more reliant and older ages being less reliant

Sentirse dependiente de la tecnología

No te sientas dependiente de la tecnología

La dependencia de la tecnología está fuertemente correlacionada con la edad y disminuye a medida que ésta aumenta.

Line graph showing Top Technology Use by Age, with younger ages using technology more for entertainment and older ages using technology more for information

Los jóvenes menores de 25 años tienen una mayor probabilidad (73.02%) de usar la tecnología significativamente más para el entretenimiento que los mayores de 45 años (44.41%). A la inversa, a medida que aumenta la edad, aumenta el uso de la tecnología para obtener información.

Acceso rápido a la información. Democratizar el acceso a la información es, sin duda, una de las mayores ventajas de la tecnología.

two people look at laptop computer together in library

Apoyando el uso responsable entre los jóvenes: oportunidades políticas y programáticas

Los encuestados menores de 25 años son más propensos a usar la tecnología para el entretenimiento, menos propensos a autolimitar su uso y más preocupados que cualquier otro grupo de edad por los cambios cerebrales dañinos asociados a su uso. En 2022, una investigación mostró que alrededor del 701% de los adolescentes en Estados Unidos usaban un teléfono inteligente, una computadora y una consola de juegos para uso personal en casa. La edad promedio del primer acceso a un teléfono inteligente fue de 12.2 años, y el 331% reportó que la necesidad fue la razón principal por la que comenzaron a usarlo. Los expertos recomiendan retrasar el acceso a las redes sociales y establecer límites en el tiempo de pantalla para jóvenes y adolescentes. Sin embargo, la investigación y la evidencia sobre las limitaciones del tiempo de pantalla fuera del uso de las redes sociales no son concluyentes.

Las siguientes recomendaciones destacan oportunidades para aumentar la autoconciencia y la autolimitación:

  • Aumentar la inversión en investigación para comprender mejor la relación entre el uso de tecnología no relacionada con las redes sociales y su impacto en la cognición, la memoria, la atención, la adicción y el mal uso.
  • Fomentar la investigación y el desarrollo de mejores prácticas para las indicaciones para los descansos, basándose en el uso que las personas hacen de sus dispositivos y los intervalos óptimos para los descansos de pantalla. Si bien algunas herramientas ofrecen indicaciones para los descansos, su uso es irregular y muchos productos carecen de esta función.
  • Actualizar las pautas de higiene digital para incluir matices específicos de la tecnología no relacionada con las redes sociales, la inteligencia artificial y los aprendizajes de las comunidades con discapacidades.
  • Crear sistemas para rastrear los efectos sobre la salud mental y las preocupaciones de la comunidad, y utilizar esos datos para fundamentar las acciones.
  • Identificar y difundir las mejores prácticas y recursos para las reuniones entre jóvenes y padres. Ejemplos de estrategias:
    • Cómo los padres pueden explorar cómo se sienten sus hijos después de usar la tecnología. ¿Estás nervioso? ¿Tuvimos una pelea después de que dejaste la tecnología? ¿Te sientes diferente ahora que una hora antes de usar la tecnología?
    • Brindar orientación a los cuidadores para que puedan realizar un seguimiento del tiempo frente a la pantalla y saber identificar la mejor cantidad de tiempo para cada niño.
    • Destacar las mejores prácticas conocidas actualmente en función de las necesidades de desarrollo, la edad y cómo los padres pueden adaptarse en función de las necesidades individuales del niño.

“Paso horas y horas todos los días haciendo tareas escolares en mi computadora... Estoy perdiendo mi juventud solo haciendo tareas todo el tiempo, y es más que agotador”.

2. La salud mental influye en la experiencia tecnológica

  • El 79% de las personas con mala salud mental informan que se sienten dependientes de la tecnología, en comparación con el 62% de aquellas con buena salud mental.
  • Aquellos con mejor salud mental tienen más probabilidades de sentirse conectados, informados y productivos a través de la tecnología, mientras que aquellos con mala salud mental se sienten más inútiles, adictos y ansiosos.

“[La tecnología] me permite conectarme con otras personas que enfrentan desafíos similares para sentirme comprendido”.

Chart showing Feelings About Technology by Mental Health Rating - with ratings of How Technology Makes You Feel

Surgen diferencias significativas entre los grupos con buena y mala salud mental en cuanto a cómo les afecta la tecnología. Quienes reportan tener mala salud mental actualmente son más propensos a:

  • Sentirse distraído (44.54% vs. 34.19%), adicto (28.68% vs. 17.80%), abrumado/ansioso (26.78% vs. 16.16%), frustrado (23.58% vs. 15.93%) e inútil (15.14% vs. 3.51%).
  • Por el contrario, aquellos con buena salud mental actual tienen más probabilidades de asociar el uso de la tecnología con sentirse informado (45,20% frente a 28,09%), conectado (40,52% frente a 26,64%) y productivo (26,23% frente a 13,83%).

3. La discapacidad afecta el acceso digital

  • Las personas con discapacidades físicas y mentales, especialmente aquellas con dolor crónico, pérdida auditiva o problemas de aprendizaje, tienen más dificultades con la tecnología.
  • Muchos todavía ven potencial en la tecnología para mejorar la salud y la calidad de vida.

bar chart showing people's comfort using technology by disability status, with mental disabilities showing the lowest comfort and those with both mental and physical disabilities showing the highest comfort

“La telesalud me permite acceder a los médicos con mayor facilidad, ya que me resulta más difícil acudir a citas físicas”.

person talks to a doctor through their laptop

Tecnología de construcción para el control y la salud mental: oportunidades políticas y programáticas

La mayoría de los encuestados eran jóvenes (54% menores de 25 años) y actualmente padecían problemas de salud mental (61% reportan problemas de salud mental). Estos datos demográficos coinciden con las personas con mayor probabilidad de acudir a una evaluación de salud mental en MHA Screening, donde se publicó la encuesta. Esta población en busca de ayuda brinda la oportunidad de comprender cómo la tecnología impacta a las poblaciones de alto riesgo y se centra en los cambios con mayor probabilidad de impacto entre los jóvenes con problemas de salud mental.

En 2024, la MHA lanzó una nueva prueba experimental de detección de adicciones conductuales. De las 2500 personas que la realizaron (octubre-diciembre de 2024), 41% reportaron adicción a la pornografía y al sexo, 19% manifestaron preocupación por la adicción a internet y 8%, por la adicción a los videojuegos. Considerar el diseño de funciones que permitan a los usuarios autocontrolar y autorregular el uso de la tecnología puede mitigar los riesgos asociados con la dependencia tecnológica.

Recomendaciones para apoyar el uso saludable por parte de personas con problemas de salud mental y adicciones:

  • Reevaluar características como el desplazamiento infinito y la reproducción automática que fomentan un consumo pasivo e interminable.
  • Disponer de una opción de inclusión voluntaria para funciones que se sabe que fomentan el riesgo de adicción, en lugar de proporcionarlas de forma predeterminada.
  • Explorar, desarrollar e investigar cómo mayores controles parentales más allá del cierre de sesión automático o las restricciones del temporizador pueden favorecer un uso más saludable para los niños pequeños.
  • Asegúrese de que las funciones de limitación de pantalla se muestren de forma destacada y sean de fácil acceso, no ocultas en los menús de configuración. Estas funciones podrían incluir métodos para que padres e hijos usen y accedan a los controles entre usuarios dentro de una misma plataforma.
  • Promocione periódicamente estas herramientas, especialmente después de detectar patrones de comportamiento de participación preocupantes, y eduque a los usuarios sobre sus posibles beneficios.

Creo que es una decisión personal. La gente necesita comprender y tomar la iniciativa para hacer algo.

child looks at tablet while parent points at something on tablet

4. Sentimientos encontrados sobre el futuro

  • La gente tiene más esperanzas en el potencial de la tecnología para simplificar la vida (32%), facilitar el aprendizaje (31%) y aumentar la productividad (30%).
  • Pero temen más la pérdida de privacidad (46%), el deterioro de las habilidades humanas (43%) y las adicciones o problemas de atención (31%).

“Cuanto más dependemos de la tecnología para que piense por nosotros, menos aprendemos a pensar por nosotros mismos”.

5. La responsabilidad es compartida, pero desigual

  • La mayoría cree que la protección de la salud mental es una responsabilidad personal.
  • Pero muchos también quieren que las empresas tecnológicas y los gobiernos den un paso adelante con diseños más seguros y responsables.

Responsabilidad por las protecciones

Contar

Por ciento

A mí102763.28%
Padres/Tutores84051.76%
Fabricantes de productos/Empresas tecnológicas67641.65%
Empresas que utilizan software (sanidad, escuelas, empleadores)65840.54%
Gobierno60737.40%
Profesores28617.62%
Otro1247.64%
Total4218

Protección tecnológica y educación: oportunidades de políticas y programas

El 63 % de los encuestados afirma que las personas deberían ser las principales responsables de implementar las protecciones para el uso de la tecnología. Muchas recomendaciones se centran en características de diseño que ayudan a los usuarios a reconocer patrones perjudiciales y pueden impulsar cambios de comportamiento. Los niños pequeños pueden tener un mayor riesgo de sufrir consecuencias para la salud mental debido al uso ilimitado de la tecnología.

Opciones para que el gobierno, las empresas tecnológicas y los sistemas de atención infantil agreguen protecciones para ayudar a aumentar la seguridad de los niños de alto riesgo.

  • Aumentar la inversión en investigación para aclarar qué tipos de tecnología no relacionada con redes sociales impactan la cognición, la memoria, la atención y el riesgo de adicción. Los hallazgos pueden ayudar a las empresas tecnológicas a identificar qué características presentan el mayor daño potencial y cuáles promueven la participación, el crecimiento y el aprendizaje.
  • Excluir las características que se sabe que promueven la adicción, especialmente aquellas que están desarrolladas para niños menores de 13 años. Se debe tener la misma consideración para aquellas tecnologías que no están diseñadas para niños, pero que se sabe que son utilizadas ampliamente por niños más pequeños.
  • Identificar y compartir las mejores prácticas basadas en la evidencia para el uso de la tecnología en las escuelas, actualizando las directrices según surjan nuevas investigaciones. Las estrategias incluyen:
    • Recomendar tipos de tecnología apropiados según el nivel de grado.
    • Evaluación del uso de tecnología en la escuela basada en evidencia que equilibra los beneficios de la tecnología y su impacto en el desarrollo del cerebro, la cognición, la atención, las emociones y el aprendizaje.
    • Destacar las tecnologías que pueden requerir limitaciones más estrictas, como el uso del teléfono celular, que varía ampliamente según la escuela.
    • Brindar capacitación a docentes para ayudar a los estudiantes a desarrollar la autoconciencia y practicar un uso consciente e intencional de la tecnología.

¿Qué necesita cambiar?

No podemos tratar la tecnología como el único problema (o solución).
El bienestar mental está determinado por un sistema más amplio de acceso a la salud, educación y apoyo social.

Para avanzar, necesitamos:

  • Diseño tecnológico intencional e inclusivo
  • Autoconciencia y alfabetización digital
  • Protecciones más fuertes y responsabilidad compartida
  • Más investigación e intervenciones adaptativas

En resumen

La tecnología es una herramienta que no es inherentemente buena o mala.

Su impacto depende de cómo se diseñe, se utilice y se respalde. Con un enfoque holístico que priorice a las personas, podemos construir un futuro digital que realmente proteja y apoye la salud mental.

Lea el informe completo (PDF)