Tecnología y salud mental: una relación compleja
Perspectivas del informe 2025 de Mental Health America
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Perspectivas del informe 2025 de Mental Health America
La tecnología ahora define cómo trabajamos, aprendemos, nos conectamos y accedemos a la atención médica. Ofrece un gran potencial para el crecimiento y el bienestar, pero también plantea nuevos desafíos relacionados con nuestra cognición, nuestras emociones y nuestra forma de afrontar la angustia. Este informe va más allá de las simples soluciones de "tiempo frente a la pantalla" y explora los efectos combinados de la tecnología: puede conectar o aislar, empoderar o abrumar, abrir puertas o excluir.
Si bien el uso de las redes sociales se ha señalado como una preocupación, especialmente por su impacto en la salud mental de los jóvenes, la tecnología en general afecta la cantidad de energía mental y emocional que tenemos, incluso cuando nos ayuda a aprender, mejorar en la escuela o sentirnos productivos en el trabajo.
Mental Health America encuestó a 2600 personas para reflexionar sobre su uso de tecnología no relacionada con las redes sociales. Los hallazgos del informe nos ayudan a comprender nuestra relación personal y familiar con la tecnología, y a establecer un marco para que sistemas como los gobiernos y las escuelas fomenten un enfoque centrado en la persona sobre cómo usamos, interactuamos y limitamos nuestro uso de la tecnología.
Sentirse dependiente de la tecnología
No te sientas dependiente de la tecnología
La dependencia de la tecnología está fuertemente correlacionada con la edad y disminuye a medida que ésta aumenta.
Los jóvenes menores de 25 años tienen una mayor probabilidad (73.02%) de usar la tecnología significativamente más para el entretenimiento que los mayores de 45 años (44.41%). A la inversa, a medida que aumenta la edad, aumenta el uso de la tecnología para obtener información.
Los encuestados menores de 25 años son más propensos a usar la tecnología para el entretenimiento, menos propensos a autolimitar su uso y más preocupados que cualquier otro grupo de edad por los cambios cerebrales dañinos asociados a su uso. En 2022, una investigación mostró que alrededor del 701% de los adolescentes en Estados Unidos usaban un teléfono inteligente, una computadora y una consola de juegos para uso personal en casa. La edad promedio del primer acceso a un teléfono inteligente fue de 12.2 años, y el 331% reportó que la necesidad fue la razón principal por la que comenzaron a usarlo. Los expertos recomiendan retrasar el acceso a las redes sociales y establecer límites en el tiempo de pantalla para jóvenes y adolescentes. Sin embargo, la investigación y la evidencia sobre las limitaciones del tiempo de pantalla fuera del uso de las redes sociales no son concluyentes.
Las siguientes recomendaciones destacan oportunidades para aumentar la autoconciencia y la autolimitación:
Surgen diferencias significativas entre los grupos con buena y mala salud mental en cuanto a cómo les afecta la tecnología. Quienes reportan tener mala salud mental actualmente son más propensos a:
La mayoría de los encuestados eran jóvenes (54% menores de 25 años) y actualmente padecían problemas de salud mental (61% reportan problemas de salud mental). Estos datos demográficos coinciden con las personas con mayor probabilidad de acudir a una evaluación de salud mental en MHA Screening, donde se publicó la encuesta. Esta población en busca de ayuda brinda la oportunidad de comprender cómo la tecnología impacta a las poblaciones de alto riesgo y se centra en los cambios con mayor probabilidad de impacto entre los jóvenes con problemas de salud mental.
En 2024, la MHA lanzó una nueva prueba experimental de detección de adicciones conductuales. De las 2500 personas que la realizaron (octubre-diciembre de 2024), 41% reportaron adicción a la pornografía y al sexo, 19% manifestaron preocupación por la adicción a internet y 8%, por la adicción a los videojuegos. Considerar el diseño de funciones que permitan a los usuarios autocontrolar y autorregular el uso de la tecnología puede mitigar los riesgos asociados con la dependencia tecnológica.
Recomendaciones para apoyar el uso saludable por parte de personas con problemas de salud mental y adicciones:
Responsabilidad por las protecciones | Contar | Por ciento |
---|---|---|
A mí | 1027 | 63.28% |
Padres/Tutores | 840 | 51.76% |
Fabricantes de productos/Empresas tecnológicas | 676 | 41.65% |
Empresas que utilizan software (sanidad, escuelas, empleadores) | 658 | 40.54% |
Gobierno | 607 | 37.40% |
Profesores | 286 | 17.62% |
Otro | 124 | 7.64% |
Total | 4218 |
El 63 % de los encuestados afirma que las personas deberían ser las principales responsables de implementar las protecciones para el uso de la tecnología. Muchas recomendaciones se centran en características de diseño que ayudan a los usuarios a reconocer patrones perjudiciales y pueden impulsar cambios de comportamiento. Los niños pequeños pueden tener un mayor riesgo de sufrir consecuencias para la salud mental debido al uso ilimitado de la tecnología.
Opciones para que el gobierno, las empresas tecnológicas y los sistemas de atención infantil agreguen protecciones para ayudar a aumentar la seguridad de los niños de alto riesgo.
No podemos tratar la tecnología como el único problema (o solución).
El bienestar mental está determinado por un sistema más amplio de acceso a la salud, educación y apoyo social.
Para avanzar, necesitamos: