Tras la celebración inicial, la mayoría de los militares que regresan experimentan algún tipo de decepción emocional. Esto forma parte de la transición a la vida cotidiana. Simplemente significa que ya no se está trabajando a toda máquina y que las cosas empiezan a calmarse. O bien, puede significar que su regreso a casa no fue todo lo que esperaban. En ocasiones, la decepción puede convertirse en un problema más grave que requiere asistencia profesional.
Aquí hay algunas señales que indican que es hora de buscar ayuda:
- Episodios prolongados de depresión. Si se siente decaído durante más de dos semanas, aproximadamente, podría estar clínicamente deprimido. Con la depresión clínica, las personas suelen sentirse desesperanzadas, sin interés en las actividades cotidianas o en sus seres queridos, y experimentan cambios en sus hábitos de alimentación y sueño. Incluso pueden surgir pensamientos de muerte o suicidio.
- Ataques frecuentes de ansiedad o pánico. Sentir miedo, incluso con razón, es una reacción normal tras experimentar situaciones extremadamente estresantes. Sin embargo, si persiste esta sensación varias semanas después del evento, es posible que padezca un trastorno de ansiedad.
- Flashbacks y pesadillas frecuentes. Los eventos traumáticos, como el combate, suelen desencadenar pesadillas y recuerdos vívidos y repentinos llamados flashbacks. Si persisten durante varias semanas o meses, es posible que padezca trastorno de estrés postraumático (TEPT). Puede provocar indiferencia, evasión de personas y responsabilidades, nerviosismo o ataques de pánico.
- Abuso frecuente de alcohol y drogas. Cuando las personas sienten dolor, a veces intentan automedicarse con alcohol y drogas. Esto casi siempre resulta en problemas aún mayores.
- Violencia/abuso doméstico. Cuando te preocupan tus sentimientos o experiencias, podrías sentir deseos de arremeter contra tus familiares.
- Problemas de salud mental previos o traumas pasados. Es posible que experimente los síntomas de su trastorno o que vea surgir otros nuevos.
Si experimenta alguno de estos síntomas, debe buscar ayuda. Con ayuda y apoyo profesional, puede superar estos problemas. Todos necesitamos ayuda de vez en cuando para afrontar el estrés de la vida. También es mejor abordar estos problemas lo antes posible. Tiene muchas opciones: grupos de apoyo, clases de manejo de la ira, su líder religioso, un capellán de servicio, un consejero familiar o un profesional de la salud mental. Pedir ayuda no es señal de debilidad.
Casi todas las instalaciones militares cuentan con un centro de servicios familiares, un centro de apoyo familiar o un centro de servicios comunitarios del Ejército donde se puede acceder a información, derivaciones, asesoramiento y servicios de intervención en crisis. Además, todas las familias militares, incluyendo a los miembros de la Guardia Nacional y los reservistas que estén en servicio activo durante más de 30 días, tienen derecho a recibir atención médica y de salud mental, ya sea en un centro de tratamiento médico militar o en un centro civil a través de TRICARE, el administrador de servicios de salud para las fuerzas armadas. TRICARE ofrece información sobre los programas de beneficios de salud mental para militares en su sitio web. www.tricare.osd.mil. O comuníquese con ellos al 888-363-2273. Además, Military OneSource brinda acceso a información y ayuda las 24 horas. Comuníquese con ellos al 800-342-9647 o www.militaryonesource.com.