La atención autodirigida (SDC) es una práctica innovadora que enfatiza que las personas con problemas de salud mental y uso de sustancias deben tener autoridad para tomar decisiones sobre los servicios que reciben.

Se alienta a las personas a asumir la responsabilidad directa de gestionar su atención, lo que incluye determinar sus propias necesidades, decidir cómo satisfacerlas y evaluar continuamente los servicios.

En los programas e iniciativas de SDC, las personas controlan un presupuesto que les ayuda a alcanzar sus objetivos de recuperación y bienestar. Estos recursos financieros pueden utilizarse para gastos como transporte, membresías de gimnasios, bienes y servicios relacionados con el empleo y servicios tradicionales de salud mental.

Cómo la atención autodirigida impacta la salud mental

El sistema de atención de la salud mental no está exento de prácticas sistémicas de racismo y discriminación: existen muchas barreras para la atención de las personas BIPOC, como la falta de seguro, las diferencias de idioma y comunicación, y la falta de diversidad entre los proveedores (en 2015, aproximadamente El 86% de los psicólogos en EE. UU. eran blancos).

La forma en que las personas hablan y experimentan la salud mental es moldeados de manera única por sus orígenes raciales y étnicos y sus experiencias culturalesDado que SDC otorga a la persona que busca servicios la capacidad de decidir qué es lo mejor para ella, permite a las personas de comunidades marginadas determinar sus propias prioridades en la recuperación y superar los sistemas de atención tradicionales, que no fueron diseñados originalmente para ellas. SDC crea espacio en los planes de tratamiento para servicios culturalmente relevantes y va más allá del diagnóstico para brindar un tratamiento integral a la persona.

SDC otorga a las personas autonomía, iniciativa y capacidad de decisión. Les da a quienes buscan servicios la libertad de decidir qué es significativo y enriquecedor para ellas. Estos factores son cruciales para empoderar a las personas a tomar el control de su propio cuidado, bienestar y vida, y cuando están motivadas, tienen más probabilidades de lograr una recuperación exitosa.

Integración de la atención autodirigida

El modelo médico occidental de atención a la salud mental se centra en diagnósticos concretos y en unas pocas opciones de tratamiento para cada diagnóstico. Los servicios de este modelo, como la terapia y la gestión de medicamentos, son herramientas poderosas para muchas personas. Sin embargo, muchas otras, especialmente aquellas con identidades marginadas, no encuentran estos servicios eficaces ni accesibles.

El SDC puede integrarse en cualquier sistema de atención establecido: no es un sistema independiente en sí mismo, sino una filosofía que permite a la persona que recibe los servicios elegir los apoyos que mejor se adapten a sus necesidades. Esto puede incluir algunos aspectos del modelo médico occidental, pero mantiene la flexibilidad para la utilización de servicios alternativos que satisfagan las necesidades únicas de cada persona.

Los programas de SDC ofrecen una serie de beneficios, entre ellos:

La experiencia de cada persona con una condición de salud mental es diferente, lo que significa que sus necesidades de tratamiento también lo son. Quienes tienen problemas de salud mental son expertos en sus propias experiencias y necesidades, y deberían tener la capacidad de crear su propio plan de bienestar individualizado.

Practicando el cuidado autodirigido

Si bien los programas de SDC a menudo se basan en brindar fondos a personas que buscan ayuda para que puedan manejar su situación como mejor les parezca, la filosofía general de SDC es algo que cualquiera puede integrar en su plan de bienestar.

  • Sepa qué le funcionará y qué no. Comprenda qué apoyos y servicios se adaptan a su estilo de vida y expectativas: si una opción de tratamiento le exige cambios excesivos y demasiado rápido, es poco probable que se mantenga. Los servicios más eficaces son aquellos que se adaptan a su vida actual y son sostenibles a largo plazo.
  • Enfóquese en la toma de decisiones compartida (TDC). La TDC señala que en la relación proveedor-paciente hay dos expertos: usted es el experto en sí mismo y en su vida, y el proveedor es el experto en las afecciones de salud mental y su tratamiento. Comience por informar a su proveedor sobre sus inquietudes y objetivos. Luego, infórmese sobre su diagnóstico y opciones de tratamiento, y no dude en hacer preguntas. Trabajen en equipo para llegar a un acuerdo sobre los siguientes pasos que sean más convenientes para usted.
  • Prepárese para defender sus derechos. Usted se conoce mejor que nadie, independientemente de sus credenciales. Es importante hablar si un profesional de la salud sugiere algo que no le funcionará o que no parece comprender sus necesidades individuales. Si no son receptivos a su opinión, puede buscar nuevas opciones de tratamiento o profesionales de la salud.