Para las familias: Cómo reconocer las señales de advertencia y cómo afrontarlas

Los problemas de salud mental son comunes. La mitad de los estadounidenses experimentará un problema de salud mental a lo largo de su vida.

Muchas familias no están preparadas para afrontar la noticia de que su ser querido padece una enfermedad mental. Puede ser agotador física y emocionalmente, y el estigma hace que las personas se sientan vulnerables a las opiniones y los juicios de los demás.

Si cree que usted o alguien que conoce puede tener un problema de salud mental, es importante recordar que hay esperanza y ayuda.

Las personas con problemas de salud mental tienen dificultad para pensar, sentir o actuar como desean. Para algunas, esto significa experimentar cambios de humor extremos e inesperados, como sentirse más tristes o preocupadas de lo habitual. Para otras, significa tener dificultades para pensar o comunicarse con claridad, o tener pensamientos inusuales o confusos que parecen desconectados de la realidad. Algunos de los problemas de salud mental más comunes son la depresión, el trastorno bipolar, la demencia, la esquizofrenia y la ansiedad.

Los problemas de salud mental probablemente se deben a una combinación de factores ambientales estresantes, genéticos y estilo de vida. Con la atención y el tratamiento adecuados, las personas pueden aprender a afrontar y recuperarse de los problemas de salud mental.

Las siguientes son señales generales de que su ser querido podría necesitar hablar con un profesional médico o de salud mental sobre un problema de salud mental.

Es especialmente importante prestar atención a los cambios repentinos de pensamiento y comportamiento. Además, tenga en cuenta que la aparición de varios de los síntomas que se indican a continuación, y no solo un cambio individual, indica un problema que debe evaluarse. Los síntomas que se indican a continuación no deberían deberse al consumo reciente de sustancias ni a otra afección médica.

Para obtener más información sobre afecciones de salud mental específicas, visite nuestro biblioteca de condiciones.

En adultos, adultos jóvenes y adolescentes

• Pensamiento confuso
• Tristeza o irritabilidad prolongada
• Sentimientos de altibajos extremos
• Miedos, preocupaciones y ansiedades excesivas
• Retirada social
• Cambios drásticos en los hábitos alimentarios o de sueño.
• Fuertes sentimientos de ira
• Pensamientos extraños (delirios)
• Ver u oír cosas que no existen (alucinaciones)
• Incapacidad creciente para afrontar las actividades cotidianas
• Pensamientos de hacerse daño a uno mismo
• Numerosas dolencias físicas inexplicables
• El consumo de sustancias

En niños mayores y preadolescentes

• El consumo de sustancias
• Cambios en los hábitos de sueño y/o alimentación
• Quejas excesivas de dolencias físicas
• Cambios en la capacidad para gestionar responsabilidades, en casa y/o en la escuela
• Desafío a la autoridad, ausentismo escolar, robo y/o vandalismo
• Miedo intenso
• Estado de ánimo negativo prolongado, a menudo acompañado de falta de apetito o pensamientos de muerte.
• frecuentes arrebatos de ira

En niños más pequeños

• Cambios en el rendimiento escolar
• Malas notas a pesar del gran esfuerzo
• Cambios en los hábitos de sueño y/o alimentación
• Preocupación o ansiedad excesiva (es decir, negarse a ir a la cama o a la escuela)
• Hiperactividad
• Pesadillas persistentes
• Desobediencia o agresión persistente
• rabietas frecuentes

Aceptar tus sentimientos

Quizás se encuentre negando las señales de advertencia, preocupándose por lo que piensen los demás debido al estigma o preguntándose qué causó los problemas de salud mental de su ser querido. Acepte que estos sentimientos son normales y comunes en familias que atraviesan situaciones similares. Infórmese lo más posible sobre la condición de su ser querido leyendo y hablando con profesionales de la salud mental. Comparta lo que aprenda con los demás.

Manejo de comportamientos inusuales

Las señales externas de un problema de salud mental suelen ser conductuales. Una persona puede ser extremadamente callada o retraída. Por otro lado, puede estallar en llanto, experimentar mucha ansiedad o tener arrebatos de ira. Incluso después de iniciar el tratamiento, algunas personas con problemas de salud mental pueden presentar comportamientos que les resultan angustiantes y difíciles de aceptar. Haga preguntas, escuche con la mente abierta y esté presente para brindarles apoyo. La próxima vez que usted y su familiar acudan a un médico o profesional de la salud mental, pueden hablar sobre estos comportamientos para desarrollar una estrategia de afrontamiento.

Establecer una red de apoyo

Siempre que sea posible, busca el apoyo de amigos y familiares. Si sientes que no estás listo o no puedes hablar de la situación con tus seres queridos, considera buscar un grupo de autoayuda o de apoyo. Estos grupos ofrecen oportunidades para hablar con otras personas que están pasando por experiencias similares. Están ahí para escucharte y pueden ofrecerte valiosos consejos.

Buscando asesoramiento

Un profesional de la salud mental puede sugerir maneras para que las familias afronten la situación y comprendan mejor la salud mental de su ser querido. Al buscar un consejero o terapeuta, hable con varios profesionales para elegir al más adecuado para usted y su familia. Aprender a aceptar y a afrontar la situación lleva tiempo, pero a la larga, se alegrará de haber buscado ayuda.

Tomarse un tiempo libre

Cuando alguien enfrenta problemas de salud mental, es común que se convierta en el centro de atención de la vida familiar. Cuando esto sucede, otros familiares pueden sentirse ignorados o resentidos, sobre todo si son más jóvenes y no comprenden plenamente la situación.

Si usted es cuidador, es importante que se tome tiempo para sí mismo. Programe tiempo libre para aliviar el estrés, mantener la perspectiva y recuperar su paciencia y compasión. Estar física y emocionalmente sano le ayuda a ayudar a los demás.

Recuerde que existe esperanza de recuperación y que con tratamiento y apoyo, las personas con problemas de salud mental tienen vidas productivas y plenas.

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