Las madres primerizas y futuras se enfrentan no solo a cambios en su estilo de vida, sino también a cambios en su cuerpo y hormonas. La experiencia de cada mujer será diferente. Para algunas, adaptarse a los cambios del embarazo y tener un bebé puede resultar fácil: adoptarán nuevas rutinas y sus cuerpos recuperarán la forma y la química previas al embarazo sin dificultad. Para otras, pueden surgir problemas de salud física y mental.
Los trastornos de salud mental materna suelen presentarse durante el período perinatal, que incluye el período prenatal (durante el embarazo) y el posparto (el primer año tras el nacimiento del bebé). La depresión es el trastorno de salud mental materna más común, seguida de los trastornos de ansiedad (trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés postraumático relacionado con el parto), el trastorno bipolar y la psicosis posparto.[1]
Si tienes dificultades, no estás sola. De las madres primerizas o embarazadas que se realizaron una prueba de detección en mhascreening.org, 74% tuvieron una puntuación positiva o de moderada a grave para una afección de salud mental.[2]
Más información
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