Los niños perciben la ansiedad y la tensión de los adultos que los rodean. Y, al igual que los adultos, experimentan los mismos sentimientos de impotencia y falta de control que el estrés relacionado con una tragedia puede generar. Sin embargo, a diferencia de los adultos, los niños tienen poca experiencia que les ayude a poner su situación actual en perspectiva.
Cada niño responde de manera diferente a la tragedia, dependiendo de su comprensión y madurez, pero es fácil ver cómo un evento como este puede crear una gran cantidad de ansiedad en niños de todas las edades porque interpretarán la tragedia como un peligro personal para ellos mismos y para aquellos que les importan.
Cualquiera que sea la edad del niño o su relación con el daño causado por la tragedia, es importante que usted sea abierto acerca de las consecuencias para su familia y que lo aliente a hablar de ello.
Consejos rápidos para padres
- Los niños necesitan consuelo y que se les asegure frecuentemente que están seguros; asegúrese de que lo reciban.
- Sea honesto y abierto acerca de la tragedia o el desastre.
- Anime a los niños a expresar sus sentimientos hablando, dibujando o jugando.
- Intenta mantener tus rutinas diarias tanto como sea posible.
Niños en edad preescolar
Conductas como mojar la cama, chuparse el dedo, hablar como un bebé o el miedo a dormir solos pueden intensificarse en algunos niños pequeños o reaparecer en niños que ya los habían superado. Pueden quejarse de fuertes calambres estomacales o dolores de cabeza, y mostrarse reacios a ir a la escuela. Es importante recordar que estos niños no se están portando mal, sino que tienen miedo. Aquí hay algunas sugerencias para ayudarlos a afrontar sus miedos:
- Tranquilice a los niños pequeños diciéndoles que están a salvo. Bríndeles mayor consuelo y contacto hablando de sus miedos por la noche, llamándolos por teléfono durante el día y consuelo físico adicional.
- Comprenda mejor los sentimientos del niño ante la tragedia. Hable con él sobre la tragedia y descubra sus miedos y preocupaciones particulares. Responda a todas sus preguntas y bríndele consuelo y atención cariñosa. Puede trabajar para estructurar el juego de los niños de forma que siga siendo constructivo y les sirva como una vía de escape para expresar su miedo o enojo.
Niños en edad escolar primaria
Los niños de esta edad pueden hacer muchas preguntas sobre la tragedia, y es importante que intente responderlas con un lenguaje claro y sencillo. Si un niño está preocupado por un padre angustiado, no le diga que no se preocupe; eso solo lo preocupará más.
A continuación se presentan varias cosas importantes que debemos recordar con los niños en edad escolar:
- Darles falsas seguridades no ayuda a este grupo de edad. No diga que las tragedias nunca volverán a afectar a su familia; los niños sabrán que no es cierto. En cambio, diga: "Ahora estás a salvo y siempre intentaré protegerte" o: "Los adultos se están esforzando mucho para que todo sea seguro". Recuérdeles que las tragedias son muy poco frecuentes. Los miedos infantiles suelen empeorar a la hora de dormir, así que quizás quiera quedarse con ellos hasta que se duerman para que se sientan protegidos.
- Vigile lo que ven los niños en los medios. Las imágenes de la tragedia y los daños son extremadamente aterradoras para los niños, así que considere limitar la cobertura mediática que ven. Una buena manera de hacerlo sin llamar la atención sobre su propia preocupación es programar regularmente una actividad (por ejemplo, leer un cuento, dibujar, ver películas o escribir cartas) durante los noticieros.
- Permítales expresarse jugando o dibujando. Al igual que los niños más pequeños, los niños en edad escolar a veces se sienten cómodos expresándose jugando o dibujando escenas de la tragedia. Permitirles hacerlo y luego hablar de ello les da la oportunidad de volver a contar el final del juego o la historia que han plasmado en dibujos, con énfasis en la seguridad personal.
- No tenga miedo de decir "No lo sé". Parte de mantener una conversación abierta y honesta sobre la tragedia es no tener miedo de decir que no sabe cómo responder a la pregunta de un niño. Cuando surja una ocasión así, explíquele que las tragedias son extremadamente raras y que provocan sentimientos que incluso a los adultos les cuesta afrontar. Modere esto explicándole que, aun así, los adultos siempre se esforzarán mucho por mantener a los niños seguros y a salvo.
adolescentes
Anime a estos jóvenes a resolver sus preocupaciones sobre la tragedia. Los adolescentes pueden intentar restarle importancia a sus preocupaciones. Generalmente, es recomendable hablar sobre estos temas, mantener la comunicación abierta y ser honestos sobre el impacto financiero, físico y emocional de la tragedia en su familia. Cuando los adolescentes están asustados, pueden expresar su miedo mediante comportamientos inapropiados o retomando hábitos de su infancia.
- Los niños con problemas emocionales existentes, como depresión, pueden requerir una supervisión cuidadosa y apoyo adicional.
- Monitorear su exposición mediática al evento y la información que reciben en Internet.
- Los adolescentes pueden recurrir a sus amigos en busca de apoyo. Anime a amigos y familiares a reunirse y hablar sobre el suceso para disipar sus temores.
Recursos adicionales
La herramienta Línea de ayuda en caso de desastre (DDH) Es una línea directa nacional dedicada a brindar consejería en situaciones de crisis durante todo el año. Este servicio gratuito, multilingüe y de apoyo en situaciones de crisis está disponible las 24 horas, los 7 días de la semana, por teléfono (1-800-985-5990) y SMS (envíe "TalkWithUs" al 66746) para residentes en los EE. UU. y sus territorios que experimenten angustia emocional relacionada con desastres naturales o causados por el hombre. Quienes llaman o envían mensajes de texto se conectan con profesionales capacitados y atentos de una red de centros de crisis en todo el país. El personal de la línea de ayuda ofrece consejería de apoyo, que incluye información sobre reacciones comunes al estrés y estrategias de afrontamiento saludables, así como derivaciones a recursos locales relacionados con desastres para recibir atención y apoyo de seguimiento.
Visite http://disasterdistress.samhsa.gov para obtener información adicional y recursos relacionados con la salud conductual en situaciones de desastre.