El término "generación sándwich" se refiere a los adultos jóvenes y de mediana edad que simultáneamente crían a sus hijos y apoyan a sus padres ancianos. una cuarta parte de los adultos estadounidenses (23%) forman parte de la generación sándwich. Ser cuidador de esta generación puede ser agotador, costoso y emotivo. Lograr un equilibrio no es fácil, pero hay maneras de simplificarlo.
Datos rápidos |
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Factores estresantes comunes
Poco o ningún tiempo personal
La crianza y el cuidado de un padre anciano requieren mucho tiempo y energía; cuando uno está en el medio y trata de hacer ambas cosas, puede parecer imposible encontrar tiempo para otra cosa que no sea cuidar a los demás.
- Priorice la organización (y su mantenimiento). Las demandas aparentemente constantes pueden resultar abrumadoras, así que planifique reuniones familiares periódicas para hablar sobre los próximos compromisos, delegar tareas y lograr que todos estén en sintonía.
- No tengas miedo ni te sientas intimidado al pedir ayuda. Probablemente te sorprenderá la cantidad de personas dispuestas a apoyarte y que no están seguras de lo que necesitas. Llama a tus amigos y vecinos cuando necesites un respiro.
- Si tienes hermanos, pídeles que te ayuden. con costos, atención práctica y pasar tiempo con su padre anciano para que su rol como cuidador no se apodere de toda su vida.
Discordia familiar
Cuidar a un padre anciano suele ser estresante. Si bien puede ser un momento para que hermanos y otros familiares se reúnan y se brinden apoyo mutuo, la transición suele generar emociones intensas. Probablemente tendrá desacuerdos con otros familiares sobre las decisiones sobre el cuidado parental, las responsabilidades financieras e incluso retomará viejas disputas de la infancia.
- Sea honesto y directo acerca de sus sentimientos. Aborde las conversaciones sobre el cuidado de los demás miembros de la familia con la mayor paciencia y gracia posible, y hágales saber que su ayuda es deseada y necesaria.
- Sea realista en cuanto a la ayuda que otros pueden brindar. Sea claro sobre sus expectativas respecto de ellos y asegúrese de comprender las expectativas que ellos tienen de usted.
- Trate de ver las cosas desde el punto de vista del otro. Respete las diferentes opiniones y llegue a acuerdos cuando sea posible. Si la situación es particularmente tensa, converse con un mediador (como un terapeuta, un trabajador social u otra persona de confianza) que pueda garantizar que todos sean escuchados y respetados.
Cómo afrontar las emociones complejas
Aunque ahora seas el cuidador de tus padres, sigues siendo su hijo. Experimentar la inversión de roles de forma tan directa puede generar muchos sentimientos fuertes. Podrías estar experimentando un duelo anticipatorio: ansiedad, temor o tristeza mientras esperas su fallecimiento. También podrías sentir una sensación de pérdida de independencia, ya que cada vez te necesitan más como cuidador, lo que puede generar sentimientos de culpa. La ira y el resentimiento también son comunes. Todos estos sentimientos son normales al enfrentar circunstancias tan difíciles.
- Compartir lo que estás pasando es a menudo una de las mejores maneras de sanar. Puedes hacerlo de la manera que te parezca más adecuada: con un grupo de apoyo, un terapeuta, un amigo de confianza o en un diario que nadie leerá jamás. Expresar tus pensamientos y sentimientos con palabras es una excelente manera de empezar a procesarlos.
- Asegúrate de atender tus propias necesidades. Aunque su hijo y sus padres puedan necesitarlo, usted se encuentra en una situación muy emocional y merece permitirse el lujo de llorar.
Sentirse como un fracaso
Puede ser imposible estar a la altura de tus propios estándares cuando tienes tantas cosas que hacer. Como cuidador de la generación sándwich, podrías sentir que no puedes ser el padre o la madre que quieres ser para tus hijos o el cuidador que quieres ser para tus padres. Hay un límite en lo que puedes hacer en un día, y la perfección simplemente no se alcanza.
- Intenta no ser demasiado duro contigo mismo. Estás en una situación excepcionalmente desafiante, y hacer lo mejor que puedas será diferente cada día.
- Preste atención para evitar pensar en los extremos. El hecho de que no hayas hecho algo exactamente como pretendías no significa que no valiera la pena hacerlo o que hayas fracasado.
- Reconoce todo lo que has hecho. Sepa que si ha fallado en algunas cosas aquí y allá, lo que importa es seguir adelante con las cosas importantes.
Navegando las expectativas culturales
Cada cultura y familia tiene normas y expectativas diferentes en cuanto al cuidado de personas mayores. Muchas personas consideran que el cuidado es una expectativa cultural, y puede que no haya una decisión real sobre si asumir responsabilidades de cuidado; simplemente es algo que se da por sentado. Si usted es cuidador en esta situación, puede sentirse más solo que otros, especialmente si su lugar de trabajo, amigos u otros sistemas de apoyo no comprenden sus obligaciones. También es común sentir resentimiento o amargura por sentirse obligado a asumir este rol.
Apóyate en tu familia u otros miembros de tu comunidad cultural en momentos como este. Es probable que hayan pasado por una situación similar y hayan experimentado los mismos sentimientos que tú. Dedica tiempo a conectar con tu padre o madre como si fuera su hijo, por ejemplo, dando un paseo, haciendo recados que no estén relacionados con el cuidado o haciendo algo que no tenga tu identidad de cuidador como prioridad.
Cuidándose a sí mismo
Cuidar a un padre mayor y criar a tu propio hijo al mismo tiempo es una tarea difícil. Cada rol requiere mucha emoción, energía y coordinación, y puede ser especialmente difícil gestionar ambos al mismo tiempo. Si te esfuerzas al máximo como cuidador de la generación sándwich y constantemente sientes que no puedes mantenerte a flote, hazte una evaluación de salud mental. mhascreening.org para determinar si usted está lidiando con síntomas de un problema de salud mental.