El cáncer no solo afecta el cuerpo, sino también la mente, y muchas personas experimentarán cambios significativos en su salud emocional. Descubrir que se tiene cáncer puede tener un gran impacto en una persona y sus seres queridos; la depresión, la ansiedad y el miedo son comunes. Sin embargo, es importante recordar que hay esperanza y ayuda disponibles, y que muchos casos de enfermedades mentales pueden tratarse. Aunque una persona con depresión también pueda tener cáncer, esto no significa que su depresión sea menos tratable.
Todos saben que es mejor detectar el cáncer a tiempo, en la etapa uno, que más tarde, en la etapa cuatro. Lo mismo ocurre con las enfermedades mentales. Desafortunadamente, a muchas personas con cáncer nunca se les informa sobre la probabilidad de desarrollar una enfermedad mental como la depresión ni reciben tratamiento para ella.
¿Cuántas personas con cáncer padecen algún problema de salud mental?
- Se estima que hasta un tercio de las personas tratadas por cáncer en hospitales tienen un problema de salud mental común. [1]
- Se cree que las tasas de trastorno depresivo mayor son hasta tres veces más altas que en la población general. [2]
- Entre un 8 y un 241% de las personas con cáncer también viven con depresión. [3]
- Los jóvenes y los adultos jóvenes tienen mayor riesgo de sufrir depresión y otras afecciones en comparación con los adultos con cáncer. [4]
Barreras a la atención
Existen varias razones por las que una persona con cáncer podría no recibir ayuda para su condición de salud mental:
El cáncer, la depresión y la ansiedad comparten síntomas como fatiga, falta de sueño y disminución del apetito, lo que puede dificultar el reconocimiento de afecciones de salud mental. Este grupo se enfrenta regularmente a amenazas mortales, y determinar qué es una reacción habitual al diagnóstico y tratamiento del cáncer y qué signos de una afección mental puede ser difícil.
Los equipos de atención oncológica a menudo carecen de las habilidades específicas para reconocer las afecciones de salud mental. Algunos miembros de la comunidad no se ponen de acuerdo sobre qué es la depresión ni cómo se manifiesta. Con tanto tiempo y dinero invertidos en el tratamiento del cáncer, muchos se ven obligados a restar importancia a su salud mental y no buscan ayuda.
Tener un problema de salud mental mientras se vive con cáncer puede empeorar los resultados
Se ha descubierto que las personas con depresión podrían tener peores resultados relacionados con el cáncer. Podrían ser menos propensas a seguir los planes de tratamiento o a someterse a pruebas de detección preventiva. Por ejemplo, podrían ser menos propensas a hacer ejercicio, más propensas a beber demasiado alcohol o a faltar a las citas de terapia. [5]
Los estudios muestran que quienes padecen enfermedades mentales graves, demencia y consumo de sustancias tienen mayores probabilidades de tener menores posibilidades de supervivencia después de un diagnóstico de cáncer. [6]
El tratamiento de salud mental puede mejorar las tasas de supervivencia
Muchos profesionales se preguntan si el tratamiento de salud mental puede cambiar el curso del cáncer y ¡hay buenas razones para creer que podría ser así!
Un estudio descubrió que quienes recibieron tratamiento y tenían menos síntomas de depresión, tuvieron tiempos de supervivencia promedio más largos que aquellos que tenían más síntomas. [7]
Las personas que reciben tratamiento a menudo ven una mejora en su condición médica general, tienen más probabilidades de continuar con la atención médica y tener una mejor calidad de vida.
Si cree que puede estar mostrando síntomas de un problema de salud mental, hable con su médico sobre las opciones de tratamiento, como asesoramiento, medicación y terapia. [8]
La evaluación de la salud mental puede ayudar
Los investigadores han sugerido la necesidad de realizar pruebas de detección rutinarias de salud mental en entornos oncológicos. Las pruebas de autoinforme, como las de detección, son rápidas, fáciles y económicas, y no requieren la intervención de un médico, algo en lo que la MHA ha estado trabajando desde 2014. Realice una prueba de detección en https://screening.mhanational.org/
Fuentes
Nakash O, Levav I, Aguilar-Gaxiola S, et al. (2013). Comorbilidad de los trastornos mentales comunes con el cáncer y su brecha terapéutica: hallazgos de las Encuestas Mundiales de Salud Mental. Psicooncología, 23(1), 40-51. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3992888/#R5
Smith HR (2015). Depresión en pacientes con cáncer: Patogenia, implicaciones y tratamiento (Revisión). Cartas de oncología, 9(4), 1509-1514. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4356432/#b2-ol-09-04-1509
Krebber, AM, Buffart, LM, Kleijn, G., Riepma, et al. (2013). Prevalencia de depresión en pacientes con cáncer: un metaanálisis de entrevistas diagnósticas e instrumentos de autoinforme. Psicooncología, 23(2), 121-30. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4282549/
Park, EM, y Rosenstein, DL (2015). Depresión en adolescentes y adultos jóvenes con cáncer. Diálogos en neurociencia clínica, 17(2), 171-80. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4518700/
Pinquart, M., y Duberstein, PR (2010). Depresión y mortalidad por cáncer: un metaanálisis. Medicina psicológica, 40(11), 1797-810. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2935927/
Chang, C., Hayes, RD, Broadbent, MT, Hotopf, M., Davies, E., Møller, H. y Stewart, R. (1 de enero de 2014). Un estudio de cohorte sobre trastornos mentales, estadio del cáncer al momento del diagnóstico y supervivencia posterior. Recuperado de https://bmjopen.bmj.com/content/4/1/e004295
Smith HR (2015). Depresión en pacientes con cáncer: Patogenia, implicaciones y tratamiento (Revisión). Cartas de oncología, 9(4), 1509-1514. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4356432/#b2-ol-09-04-1509
Lamberg L: “El tratamiento de la depresión en afecciones médicas puede mejorar la calidad de vida”. JAMA 1996; 276 (18 de diciembre): 857-858.