La culpa es un sentimiento que impregna el tejido social de la cultura del sur de Asia. En esencia, es una emoción natural y sana que todos los seres humanos experimentamos. Proviene de un sentido de responsabilidad relacionado con nuestras acciones, nos ayuda a relacionarnos con los demás y nos hace responsables. Como terapeuta de salud mental del sur de Asia, he visto cómo la culpa adquiere un cariz negativo en esta comunidad debido a factores complejos propios de este grupo.

Muchos sudasiáticos crecen en hogares colectivistas donde se valora mucho el bienestar familiar. Si bien esto ayuda a las familias sudasiáticas a mantenerse conectadas, puede ser problemático si se da a expensas del bienestar individual. Desafortunadamente, ese es el caso de muchos hogares sudasiáticos, donde se recurre a la culpa para obligar a las personas a cumplir con los valores y expectativas familiares. Cuando se descontrola, crea un estado crónico de culpa, también conocido como culpa tóxica, que lleva a las personas a cuestionar constantemente sus acciones y su valía. Este tipo de chantaje emocional lleva a los sudasiáticos a anteponer las necesidades de los demás a las suyas, incluso cuando les hace daño. Podemos disculparnos por cosas que no son nuestra culpa, atender las necesidades de los demás mientras nos ponemos en dificultades, o excusar el comportamiento abusivo porque alguien es mayor.

Si bien podemos adoptar estos comportamientos para proteger nuestras relaciones, funcionar desde una posición de culpa tóxica con el tiempo resulta en resentimiento hacia las mismas personas cuyos valores intentamos apaciguar. Si no se controla, la culpa tóxica puede convertirse en vergüenza y empeorar la salud mental. De hecho, 1 de cada 5 estadounidenses del sur de Asia informa... Experimentar un trastorno del estado de ánimo o de ansiedad en su vidaAmbos incluyen profundos sentimientos de vergüenza. En el afán por no abandonar a nuestros seres queridos, podemos terminar abandonándonos a nosotros mismos.

Como sudasiáticos, podemos sentir que nos encontramos en una situación difícil al ir contracorriente de los patrones generacionales. Quizás no sintamos que tenemos la opción de alejarnos de los entornos donde nació la culpa tóxica. Sin embargo, hay algunos pasos que podemos dar para generar un cambio saludable mediante nuestras acciones:

  • Identifica cómo se manifiesta la culpa en tu vida. Anota cómo la culpa influye en tus decisiones. La introspección te permitirá identificar patrones que quieres abordar.
  • Ponte en contacto con tus valores. Identificar lo que es importante para ti te ayudará a construir una identidad más sólida y te brindará un rumbo significativo. Alinearte con tus valores te ayudará a sentirte más seguro en tus decisiones cuando alguien intente hacerte sentir culpable.
  • Establecer límites Muchos sudasiáticos no pueden aislarse por completo de los familiares que los chantajean emocionalmente. Aun así, puedes establecer límites limitando tu tiempo y lo que compartes con ellos. Deja claro que tus decisiones no son un tema que estés dispuesto a discutir. Recuerda, no hay nada de malo en compartir tus necesidades si lo haces de forma sana.

La culpa es una emoción sana, y el objetivo no es eliminarla de nuestras vidas. El objetivo es crear una forma equilibrada de experimentarla, acorde con nuestros valores como sudasiáticos: respetarnos a nosotros mismos, pero también a quienes amamos.

Maliha Khan, LPC, es una terapeuta pakistaní-musulmana. Conozca más sobre ella. Instagram y YouTube páginas.