Contenido del seminario web de MHA y ASU: No sé cómo cuidarme en tiempos estresantes, con el Dr. Rubén Parra-Cardona, Bethany Younkers y la Dra. Ariana Hoet. 

La temporada navideña suele promocionarse como una época de alegría y unión. Sin embargo, para muchos padres, puede volverse abrumadora rápidamente. La presión de que todo sea perfecto, gestionar un sinfín de tareas y compaginar la dinámica familiar puede afectar la salud mental. Priorizar el autocuidado, establecer límites saludables y aprovechar el apoyo de tu red de apoyo puede ayudarte a afrontar la temporada con más equilibrio y menos estrés. Aquí tienes cinco lecciones para ayudarte a lograrlo, extraídas del seminario web de MHA y ASU: "No sé cómo cuidarme en momentos de estrés". Después de todo, crear momentos de alegría no requiere perfección, solo requiere presencia e intención.

1. Identifique sus valores y prioridades y establezca límites en consecuencia.
Es fácil caer en la mentalidad de que debemos hacerlo todo durante las fiestas y, rápidamente, decir que sí demasiado. El Dr. Ruben te aconsejó que te tomaras un momento para reconocer tus valores y prioridades durante la temporada navideña. Una vez que tengas una visión clara, establece tus límites y cíñete a ellos. Esto podría significar pasar más tiempo juntos en familia en lugar de comprometerte demasiado con actividades al aire libre o decir que sí a un evento de medio día en lugar de uno de un día completo. Cuando te das cuenta de que al decir "no" a algo, estás haciendo espacio para lo que más valoras, te quitas parte de la culpa que puedas sentir. Replantea los límites como decir "sí" a las cosas que valoras.

2. Replantea tu manera de pensar sobre el autocuidado.
Cambia tu perspectiva sobre el autocuidado, de la autocomplacencia a la autopreservación. A menudo, los padres sienten que deben priorizarse a sí mismos en último lugar para asegurar que todos los demás estén bien cuidados. Al replantear nuestra perspectiva sobre el autocuidado, podemos identificar cómo es necesario mantener nuestra salud física y mental.

Cuidarse no tiene por qué ser algo tan grande y costoso. Se trata de atender nuestras necesidades y brindar nutrición, descanso y energía a la mente y al cuerpo. ¡Esto es diferente para cada persona! Intenta no caer en la trampa de pensar que cuidarse es costoso, como hacerse la manicura o ir al spa. Es fácil obsesionarse con cómo "debería" ser el cuidado personal.

Algunos ejemplos de prácticas de autocuidado incluyen:

  • Encontrar un momento para respirar profundamente y volver a regular el sistema nervioso.
  • Pidiendo ayuda a tu sistema de apoyo: ¿Alguien puede cuidar a los niños mientras salgo a hacer compras?
  • Encontrar tiempo para el movimiento que le resulte agradable al cuerpo, incluso si son 5 a 10 minutos de estiramiento o caminata.
  • Decir no a un evento festivo si necesitas tiempo y espacio

3. Bienvenido y pide ayuda a tu sistema de apoyo.
En lugar de criar solo, cria con tu comunidad. No estás solo, y está bien pedir ayuda. Probablemente, otras personas en tu vida se sientan igual de agobiadas. Considera contactar a amigos, vecinos o miembros de la comunidad para cuidarse mutuamente. Quizás eso signifique que otra familia invite a los niños a cenar una vez al mes para que los demás padres puedan tener una noche libre. O turnarse para dejar y recoger a los niños, para poder hacerlo con otros. Si es posible, busca una comunidad compartida para apoyarse mutuamente, especialmente en épocas de mucha actividad como las fiestas.

El Dr. Rubén compartió la importancia de crear un estilo de vida que genere factores de protección para que, cuando las cosas nos afecten, se recuperen con mayor facilidad, lo cual puede ser de gran ayuda. Reconocer esto puede ser difícil para muchas personas, pero ahí es donde la comunidad puede brindar apoyo.

Las fiestas también pueden traer sentimientos de dolor y tristeza, especialmente si algunos de sus seres queridos ya no están con usted para celebrar. Contar con un sistema de apoyo puede brindar consuelo durante momentos difíciles de duelo.

4. Encuentra formas de incorporar la alegría a tus rutinas.
Cuando tienes tantas cosas que hacer, las pequeñas cosas como lavar los platos o la ropa pueden resultar agotadoras. Bethany compartió que estas son actividades de su rutina semanal y que ha intentado crear momentos de alegría con su hija. Invita a tus hijos a ayudar a secar mientras lavan o doblan la ropa juntos. Pon música divertida y busca un momento para alegrar lo cotidiano.

Muchos padres se sienten culpables cuando no pasan suficiente tiempo con sus hijos, especialmente los que trabajan y tienen poco tiempo juntos. La Dra. Ariana compartió su enfoque para manejar el estrés y la culpa como madre trabajadora, enfatizando la importancia de estar presente y ser intencional con sus hijos durante las actividades diarias. Esto es similar al enfoque de Bethany: encontrar actividades que ya se estén realizando para añadir alegría y tiempo de calidad a la jornada.

5. Deje la comparación en la puerta.
Es fácil compararse con los demás, sobre todo con las redes sociales, que solo muestran lo mejor de la vida de cada uno. Durante las fiestas, esto puede verse agravado por el estrés de comprar regalos, participar en todas las actividades y viajar para ver a la familia. Estas cosas pueden añadir más estrés emocional y carga financiera a las familias.

El Dr. Rubén analizó la importancia de deconstruir las narrativas sociales sobre la crianza y cómo estas pueden ser opresivas. Enfatizó la necesidad de centrarse en lo que cada uno puede hacer con sus recursos, en lugar de comparar sus acciones con las de los demás.

Algunos de los mejores recuerdos y momentos que puedes compartir con tu familia son momentos de calidad juntos, aquellos en los que estás plenamente presente, aunque sea por poco tiempo. El Dr. Rubén compartió que sus actividades favoritas son preparar palomitas de maíz con su familia y disfrutar de una película juntos en casa. Encuentren maneras de crear alegría y felicidad en sus hogares sin añadir estrés financiero.

Al centrarte en lo que realmente importa —establecer límites, priorizar el autocuidado, apoyarte en tu red de apoyo y disfrutar de las pequeñas alegrías— puedes crear una temporada significativa y placentera para ti y tu familia. Recuerda que no se trata de la perfección, sino de estar presente y ser consciente del tiempo y los recursos que tienes. Respira hondo, deja de compararte y date un capricho estas fiestas.